El Banco Central de Islandia anunció su primera medida paliativa a los estrictos controles de capital aplicados hace un año, y decidió permitir a los inversionistas trasladar recaudaciones de inversiones realizadas en el extranjero después del 1 de noviembre.
Las medidas permitirán un flujo de dinero más libre hacia dentro y afuera de la economía de la isla, que lucha por recuperarse tras el colapso del sistema bancario y su divisa durante el año pasado.
Ingibjorg Guddjartsdottir, jefe de la Unidad de Vigilancia de Control de Capital del Banco Central, dijo a Reuters que todas las inversiones hechas después del 1 de noviembre serán "absolutamente convertibles y transformables" fuera del país.
Anteriormente, los no residentes estaban completamente autorizados a transferir monedas extranjeras obtenidas del interés y dividendos de sus inversiones en Islandia.
Todas las nuevas inversiones deberán estar registradas ante el Banco Central para que la autorización de la transferencia de lo recaudado hacia fuera de Islandia. Esto ayudará a asegurar que Sedlabanki pueda hacer un seguimiento de los flujos de entrada y fortalecer las reservas de cambio mediante intervención de mercado "si las circunstancias lo permiten".
El Banco Central dijo en un comunicado que tendrá que reforzar la vigilancia de sus controles al aflojar las restricciones.
"Dado que las oportunidades para las operaciones de cambio relacionadas al movimiento de capital fueron ampliadas, podrían surgir nuevas posibilidades para sortear los restantes controles de capital", advirtió.
Reiteradamente ha señalado que levantaría los controles de capital sólo de manera gradual, a fin de garantizar la estabilidad de la corona islandesa.