Los dos principales bancos centrales de Europa anunciaron esta mañana que mantuvieron inalteradas sus tasas de interés, disipando los rumores de que el costo del dinero subiría pronto luego de que el banco central de Australia anunció una sorpresiva alza en su propia tasa.
El Banco Central Europeo (BCE), que controla la política monetaria de los 16 países que usan el euro, anunció que mantuvo en 1% el tipo rector, mientras el Banco de Inglaterra no realizó variaciones a su tasa preferencial en el 0,5% y se abstuvo de adoptar medidas para aumentar el suministro del circulante.
Los analistas esperaban ampliamente que ambos bancos mantuvieran sin cambio sus tasas.
Los mercados estarán atentos a una conferencia de prensa de parte del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, más tarde, sobre la opinión del banco de la economía y de sus esfuerzos para promover más préstamos del banco y la estabilidad financiera.
La decisión del Banco de Inglaterra fue adoptada días después de aparecer un decepcionante informe según el cual la producción industrial se contrajo en agosto, desatando temores de que la economía británica no reanudará su crecimiento en el tercer trimestre.