Reconociendo que en los próximos meses las expectativas de inflación se sitúan en la parte baja del rango de tolerancia, que las cifras de actividad y demanda continúan mostrándose débiles, y que en el mercado laboral se intensificó el deterioro del empleo asalariado, el Consejo del Banco Central concretó el esperado recorte de la tasa de interés en su reunión de este jueves.
Así, el ente emisor llevó su tasa de política monetaria a un 3%, su nivel más bajo desde septiembre de 2015, en línea con lo esperado por el mercado.
Además, respecto al sesgo de política monetaria -crucial considerando lo dividos que se muestran los analistas respecto a la trayectoria a seguir- el mensaje del Banco indicó que "el Consejo estima que las tendencias recientes del escenario macroeconómico, así como sus implicancias para las perspectivas de la inflación de mediano plazo, podrían requerir un incremento adicional del impulso monetario". En el comunicado de la reunión de febrero, se leía que "en el escenario más probable, se hará necesario incrementar el impulso monetario en el corto plazo".
Por otra parte, mirando el plano externo, el ente emisor reconoció un contexto de fortalecimiento de las economías del mundo desarrollado, lo que aumenta la posibilidad de una mayor normalización monetaria "especialmente en EE.UU", agregando que en el plano externo "persisten riesgos relevantes". Además, destacó la caída del precio de las materias primas, sobre todo del petróleo.
Todo bajo consideración, si bien no se cerró a una eventual nueva baja de la tasa de interés, el mercado leyó una posición más moderada del Consejo respecto a la trayectoria a seguir de ahora en adelante.
Esperando el IPoM
El breve espacio del comunicado de la Reunión de Política Monetaria no es suficiente para conocer la amplia gama de consideraciones que realizó el BC para establecer un sesgo expansivo, por lo que el mercado ya apunta al Informe de Política Monetaria que se libera el 3 de abril para afinar sus proyecciones.
Con todo, BBVA Research observó que "la baja de la tasa de interés y la mantención de un sesgo expansivo, aunque más moderado, es exactamente lo que esperábamos, lo que nos lleva a ratificar nuestra visión de TPM en 2,5% a más tardar a mediados de este año".
Además, el informe del banco señaló que "sin duda, la última decisión de la Fed y la reacción de los mercados a nivel internacional, restaron presión a un accionar más expansivo de la política monetaria local".
Por su parte, el economista jefe de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra, planteó que "en línea con lo que nos parecía más probable, el BC retuvo el sesgo expansivo, pero matizó sensiblemente el mensaje usando el modo condicional".
Con esto, Sierra adelantó que "se reafirma nuestro escenario de que en la reunión del próximo 13 de abril no habrá cambio de tasa, mientras que se mantiene la probabilidad de que el 18 de mayo se efectúe un nuevo recorte", esto, sobre todo porque "la trayectoria de las tasas externas no parece que vaya a ser tan agresiva como algunos temían".
Desde BCI Estudios, destacaron que "el comunicado modera el sesgo expansivo de la política monetaria", señalando que "el BC optaría por mantener el nivel actual de TPM dentro del corto plazo, pero el tono más moderado de la Reserva Federal de EE.UU. en su decisión de alza, aumenta la probabilidad, en escenario alternativo, de un recorte adicional". Con todo, dijo que "el próximo IPoM sería el medio a través del cual se entregaría el análisis del escenario económico".
Finalmente, desde Santander Chile, se reconoció la moderación del mensaje expansivo, al plantear que "la opción de realizar nuevos recortes dependerá de los determinantes de la inflación, en especial del impacto local de los acontecimientos financieros externos, y también del dinamismo doméstico", con lo que agregó que "estaremos expectantes al próximo IPoM".