Un rango de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 4% y 4,5% para este año y de entre 4% y 5% para el próximo proyectó el Consejo del Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM).

En julio pasado el instituto emisor había estimado una expansión de entre 4% y 5% para el 2013.

El instituto emisor mantuvo su pronóstico para el aumento de la inflación y la demanda interna este año en 2,6% y 4,9% respectivamente.

El IPoM fue presentado por el presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, junto a los consejeros de la entidad, ante el pleno del Senado en Valparaíso.

El informe señala que en el análisis de la evolución macroeconómica reciente, la actividad y la demanda interna han seguido con el proceso de normalización gradual iniciado este año, con tasas de expansión inferiores a las del año pasado por segundo trimestre consecutivo.

Agrega que la expansión de 4,1% en el PIB del segundo trimestre confirmó la desaceleración de la actividad, impulsada principalmente por el comercio y la construcción, restando presión al uso de la capacidad instalada.

Respecto a la demanda interna, el IPoM señala que continuó desacelerándose, aunque la demanda final que excluye inventarios, mantuvo una tasa de crecimiento anual similar a la del primer trimestre. Añade que la formación bruta de capital fijo se ha desacelerado principalmente debido a la maduración del ciclo de inversiones mineras, con un contexto externo de menor precio del cobre y expectativas de un crecimiento mundial más moderado, especialmente de China.

En cuanto al consumo privado, dice que mostró un mayor dinamismo, especialmente en su componente habitual, mientras que el consumo durable se mantuvo en niveles elevados. Las condiciones laborales han sido el principal motor del consumo privado, dice el informe.

Para el próximo año, el IPoM dice que las proyecciones de crecimiento reflejan la desaceleración que ya se ha observado en lo que va del año. Contempla además que la inversión continuará moderándose en la medida que culmine el ciclo de inversiones, en coherencia con los ajustes que se observan en las encuestas empresariales y catastros de proyectos de inversión.

El Banco Central prevé que la desaceleración del consumo continuará como lo anticipan las encuestas de confianza personal y otros antecedentes, pero que ello ocurrirá en forma gradual, considerando la fortaleza que aún mantiene el mercado laboral y la relativa estabilidad del ahorro de las personas.

El IPoM constata que la inflación ha vuelo a ubicarse dentro del rango de tolerancia, a medida que los factores transitorios que la habían afectado se han ido diluyendo.

También afirma que, si bien, el Consejo del Banco Central ha mantenido la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 5%, se han producido cambios en las tasas de interés internas y en el tipo de cambio real que facilitan el ajuste de la economía, frente a un escenario de menor impulso externo y de moderación de las presiones sobre los recursos internos.

En ese contexto, el Consejo considera como supuesto de trabajo que la TPM seguirá una trayectoria similar a la implícita en las encuestas de expectativas vigentes al cierre de este IPoM.

En cuantro al precio del cobre el instituto emisor elevó su proyección para este año a un valor promedio de US$3,3 la libra, frente a los US$3,25 previstos en julio.

ESCENARIO EXTERNO

En su análisis del escenario externo, el instituto emisor dice que las noticias provenientes de las economías desarrolladas, en particular de Estados Unidos, confirman un panorama de recuperación gradual. Respecto de la Eurozona, sostiene que anotó un crecimiento positivo en el segundo trimestre del año, pero que aún es prematuro concluir un cambio de tendencia.

Agrega que el mundo emergente ha seguido desacelerándose de manera bastante generalizada y que en China se consolidó un crecimiento más bajo, sin perjuicio de algunas señales de estabilización de las cifras de actividad y las señales de sus autoridades de sostener una expansión de 7% en su economía.

Respecto de los mercados financieros, el informe se refiere al retiro del programa de estímulo no convencional en Estados Unidos, y dice que si bien será gradual, la volatilidad de los mercados ha vuelto a aumentar en lo más reciente.

Sostiene que el balance de riesgos para la actividad está sesgado a la baja, reflejando la incidencia de los riesgos externos, mientras que para la inflación está equilibrado.

Entre los riesgos externos menciona a China, la situación financiera y fiscal de la Eurozona y la intensificación de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, que podrían afectar significativamente el precio del petróleo, con efectos negativos para el crecimiento mundial y mayores presiones en la inflación de los combustibles.

Internamente, advierte sobre la posibilidad de que la demanda final y particularmente el consumo privado, se sigan ajustando a un ritmo más lento que el deseado, aumentando el riesgo de una inflación más alta y una mantención del déficit de cuenta corriente.