El Banco de Inglaterra recortó hoy al 1,4% su estimación de crecimiento para el Reino Unido durante este año, cuatro décimas menos de lo pronosticado en mayo pasado.

En su informe trimestral sobre la inflación, la entidad emisora indicó que la economía británica podría no recuperarse hasta dentro de tres años, en 2014, mientras el Indice de Precios al Consumo (IPC) seguirá creciendo.

La causa de la ralentización del crecimiento es la caída de los ingresos en los hogares británicos, que previsiblemente continuará a corto plazo, mientras la inflación podría alcanzar el 5% en los próximos meses por la subida de las facturas domésticas.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, dijo hoy que las previsiones sobre el crecimiento mundial han empeorado, por el tsunami en Japón y el alza del petróleo entre otras razones, y, "en consecuencia, las perspectivas sobre el crecimiento británico a corto plazo son más débiles".

Además, la crisis de la eurozona supone también un riesgo para la economía británica, que sufre "vientos en contra que, día a día, son más fuertes", de acuerdo con el gobernador de la institución financiera.