Una fuerte recuperación tendría la economía chilena el próximo año, empujada por la recuperación de los inventarios de las empresas, las medidas de estímulo fiscal y la recuperación de la demanda mundial.
Según Gustavo Cañonero, economista jefe de Emerging Markets de Deutsche Bank, la economía chilena liderará en 2010 el repunte en la región -junto a Brasil y Perú-, anotando un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del orden del 5%.
"Creo que falta unos meses para tener una idea concreta, más fina de lo que puede ser el crecimiento, pero la impresión es que cuando se hace una mirada en la región, claramente el crecimiento más fuerte se va a tener en Chile, Perú y Brasil. Estamos hablando que el crecimiento va a estar cerca del 5%", dijo el economista.
Cañonero señaló que esto se debería a que la economía chilena logró responder bien a la crisis, por lo que su salida de ella sería muchos más rápida que el resto de los países, conjugando una serie de factores en la recuperación. "Al principio (la recuperación) tiene un componente cíclico que es la recuperación de los stocks, que es muy fuerte porque ha sido muy malo en el segundo semestre. Esto es en todos lados, y en Chile fue particularmente malo.
Está el impulso fiscal, que sin duda ayuda muchísimo, en Chile ha sido de los más altos, y después hay una recuperación más gradual de la demanda internacional, todavía no se llega a los niveles previos a la crisis, pero si hay una gran mejora, y después está la normalización de la conducta de consumo e inversión", dijo.
RECUPERACIÓN MUNDIAL
En todo caso, el economista estimó que la recuperación a nivel mundial será más frágil, y sólo a partir del 2011 se podría ver un crecimiento más sostenido en las principales economías del orbe. "Si la economía internacional pudiera mantener un crecimiento en el 2011, creo que la región va a tener un muy buen año, pero si hay algo de lo que dudar es el contexto internacional en el 2011, cuando el impulso fiscal se acabe".
En le caso de las tasa de interés, Cañonero estimó que el Banco Central Chileno mantendrá la política monetaria durante el próximo año, aunque se deberían dar alzas de tasas acotadas a partir del segundo trimestre de 2010, para finalizar con los tipos en torno al 3%.
"Me parece que la posición pública del Banco Central es bastante creíble, en el sentido de que ellos no ven necesidad de un aumento de tasas en el corto plazo, yo tampoco lo veo, creo que la inflación tiene un comportamiento muy benigno en los próximos meses en Chile, y que la recuperación va a ser gradual, y no creo que eso demande una exigencia monetaria mayor. De todas maneras vamos a ver subas de tasas, probablemente hacia fin del segundo trimestre del año próximo, se van a ir subiendo durante todo el año, llegaremos al fin del año con tasas de alrededor del 3%, que siguen siendo de relajamiento monetario. Son tasas más altas que las actuales, pero que desde un punto de vista histórico son de relajamiento", dijo.
En cuanto al "ruido" que podría provocar el proceso eleccionario de este año en la economía, el economista señaló que no se avizoraban cambios estructurales, y recalcó que durante los últimos años los gobiernos han mantenido un grado de prudencia "anormalmente alto" en el manejo de la economía, lo que alejaba la posibilidad cambios.
"No creo que pese (la elección), en Chile hay un consenso muy grande sobre algunos principios básicos de política económica, y eso en ningún momento está amenazado por la elección, al contrario. Como observador externo un ve en Chile tal vez un grado de prudencia que es hasta anormalmente alto, y por primera vez, cuando tuvimos la decisión de políticas de impulso fiscal y monetario en los últimos meses, se ha visto un consenso de todas las partes en que ese era necesario, me parece que eso es muy saludable. La administración actual lo ha hecho muy bien, y de alguna manera empujó un poco los límites de la sociedad y del ámbito de negocios, que siempre fue muy reticente a gastar los ahorros fiscales, y que creo esta era la oportunidad para hacerlo. Sin duda, la crisis fue una crisis que vivimos una vez en 100 años", dijo.