El Banco de Japón (BOJ) anunció este viernes que mantendrá los tipos de interés en el bajísimo nivel de entre el 0 y el 0,1% en que están desde 2010, al término de una reunión mensual en la que evitó adoptar nuevas medidas de flexibilización monetaria.

La entidad decidió mantener invariable el tamaño de su programa de compra de activos, su principal instrumento para inyectar liquidez al sistema, tras ampliarlo el mes pasado en 10 billones de yenes (unos 97.800 millones de euros) hasta 80 billones de yenes (unos 782.400 millones de euros).

En su informe mensual, el BOJ destaca el "alto grado de incertidumbre" que caracteriza el panorama económico global actual ante la crisis de deuda europea, el incierto ritmo recuperación de EEUU y la inestabilidad de precios en muchas economías emergentes.

A este respecto, el documento indica que "las economías extranjeras se han adentrado aún más en una fase de desaceleración" y que "se debería prestar especial atención a los acontecimientos en los mercados financieros" globales.

Para el emisor nipón, esta desaceleración ha motivado que las exportaciones y la producción industrial en Japón se hayan visto "relativamente debilitadas", lo que ha extendido una actitud de "cautela" entre las grandes empresas niponas.

También señala que la demanda interna se ha mantenido sólida un mes más gracias a la relacionada con la reconstrucción de la zona del país afectada por el tsunami de 2011.

El consumo privado se ha sostenido a su vez gracias a una "tendencia de mejora" en el mercado laboral, mientras que el índice de precios al consumo (IPC) sigue en torno a 0, según la institución, que busca lograr la estabilidad de precios a medio plazo para terminar con la deflación endémica de Japón.

De este modo, el BOJ estima que la actividad económica nipona se mantendrá casi invariable en el momento actual y posteriormente retornará a la senda de la "recuperación moderada", si continúa la solidez de la demanda interna, y una vez que el resto de grandes economías "emerjan gradualmente de la fase de desaceleración".

El Banco de Japón indicó en julio que espera que la tercera economía mundial crezca un 2,2% este año fiscal, que concluye en marzo de 2013, y un 1,7% en el ejercicio siguiente.