El Banco de Inglaterra dejaría sin cambios su política monetaria flexible este mes, a la espera de una actualización de las proyecciones sobre la economía en noviembre antes de alterar sus medidas.
Los 66 analistas consultados por Reuters creen que el Comité de Política Monetaria mantendrá los costos de los préstamos del banco a su récord mínimo de 0,5%, y muy pocos esperan una expansión en su programa de flexibilización cuantitativa desde su monto actual de 175.000 millones de libras (US$279.000 millones).
En la madrugada, el Banco Central de Australia subió la tasa rectora en 0,25% a 3,25%, hecho que fue interpretado por los mercados como una señal que podría estar anunciando el fin de la recesión.
Las noticias económicas en las semanas recientes sugieren que las medidas sin precedentes del Banco de Inglaterra (BI) habrían ayudado a la economía británica a volver a crecer en el tercer trimestre, después de sufrir su peor recesión en décadas, lo que reduciría la necesidad de más estímulos por ahora.
Cifras del lunes mostraron una expansión en el sector servicios el mes pasado a su ritmo más sólido en dos años, mientras que un avance en la confianza del consumidor, un alza en los precios de las casas e indicios de que los bancos están más dispuestos a prestar dinero, refuerzan el panorama de que la economía vuelve gradualmente a la normalidad.
Se espera que el BI complete su programa de compra de activos poco antes de su reunión de fijación de tasas de noviembre y los analistas dijeron que las autoridades esperarían hasta tener más información sobre el panorama inflacionario antes de tomar medidas.
"Si quieren ampliar el programa de flexibilización cuantitativa, tendría sentido que esperaran hasta noviembre, cuando tendrán todos los pronósticos y sabrán qué nivel de flexibilización le sirve a la economía", dijo George Buckley, economista de Deutsche Bank.
El BI sorprendió a los mercados con una expansión de 50.000 millones de libras en su programa de flexibilización cuantitativa en agosto, y los inversionistas erraron de nuevo cuando las minutas de esa reunión mostraron que tres de los nueve miembros del comité querían un aumento incluso de 75.000 millones de libras.
Las autoridades británicas aún temen que el retorno del país a los niveles de crecimiento previos a la crisis financiera tomará un largo tiempo, lo que sugiere que las condiciones monetarias seguirán siendo relajadas por un tiempo.
"Hay algunos indicios de que el crecimiento podría comenzar a repuntar. Pero no deberíamos dejarnos llevar demasiado por esto", dijo el gobernador del Banco Central Mervyn King, en una entrevista con el periódico Newcastle Journal.
"Esto es claramente un crecimiento muy pequeño después de una gran caída y el desempleo ha aumentado, así que es un desafío difícil para el futuro", agregó.