El banco japonés Tokyo-Mitsubishi UFJ congeló las transacciones con el gobierno y el Banco Central de Irán por orden de un tribunal de Nueva York, que ha decretado esta medida para conseguir el pago de indemnizaciones a las víctimas de un atentado de 1983.

Según el diario Mainichi, Tokyo-Mitsubishi UFJ, uno de los principales bancos de Japón, gestiona entre el 70 y el 80 por ciento de las transacciones financieras niponas con Irán, por lo que la decisión podría afectar a las importaciones niponas de crudo.

La orden del tribunal de Nueva York sigue a una sentencia emitida en 2007 por otra corte de EEUU, que ordenó a Irán indemnizar con más de 2.600 millones de dólares a los familiares de fallecidos y a supervivientes de un atentado en 1983 contra cuarteles estadounidenses en Beirut, que dejó 241 muertos.

En aquel caso, un tribunal de Columbia aceptó la demanda interpuesta por los familiares de las víctimas contra Irán, país al al que consideró responsable del ataque por haber facilitado al grupo chiíta libanés Hizbulá apoyo financiero y logístico.

Aunque ya ha congelado las operaciones con Irán, el Tokyo-Mitsubishi UFJ tiene previsto recurrir la sentencia del tribunal neoyorquino, según Mainichi.

El banco nipón maneja la mayoría de las transacciones en el comercio entre Japón e Irán, que en 2011 ascendió a 1,16 billones de yenes (unos 11.350 millones de euros).

En la actualidad las importaciones de Irán suponen cerca del 10 por ciento del total de crudo que Japón adquiere del exterior.

El país asiático no estará sujeto a las nuevas sanciones que Washington aplicará, a partir de julio, a los países que compren petróleo iraní, puesto que EEUU consideró que Tokio ya ha reducido significativamente su volumen de compra de crudo a Irán.

Japón atraviesa una difícil situación energética tras el accidente nuclear en la central de Fukushima en marzo del año pasado, que ha llevado al apagón gradual de todas las plantas atómicas con las que contaba el país.

Ello ha obligado a aumentar el ritmo de las centrales térmicas, lo que se ha traducido en un fuerte aumento de las importaciones de hidrocarburos.