La turbulencia política que sacude a algunos países de Medio Oriente no desatará otra crisis financiera global, dijo el lunes el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, señalando que el impacto debería limitarse a un alza en los precios del petróleo.

"Creo que el efecto en la macroeconomía es más en los precios petroleros y por eso uno ve que los precios se han incrementado debido al riesgo y la incertidumbre", dijo Zoellick a Reuters en el marco de una conferencia sobre el envejecimiento poblacional global.

La ola de levantamientos populares en el norte de Africa y en Medio Oriente ha diseminado temores de restricciones en el abastecimiento del crudo, impulsando los precios por encima de US$100 el barril. Analistas consultados la semana pasada por Reuters pronostican que los precios del petróleo se mantendrán por sobre los US$100 hasta el 2013.

Los economistas han expresado temores de que los crecientes costos de la energía acelerarán el avance de la inflación, afectando el gasto del consumidor y poniendo en peligro una recuperación económica global que sigue siendo frágil.

No obstante, Zoellick dijo que las revueltas populares en Medio Oriente han ofrecido oportunidades económicas para aquellos países afectados, además de crear riesgos globales.

"Uno deberá enfrentar las transiciones políticas, que van a estar vigentes por mucho tiempo. Y uno tendrá transiciones sociales y económicas como parte de eso", agregó.

"Parte del desafío será cómo podemos avanzar para ayudar, pero ayudar de una manera que lo haga sustentable y abra oportunidades en el transcurso del tiempo", dijo.

Pese a la incertidumbre en los mercados y la turbulencia política, las naciones desarrolladas discutirán cómo impulsar el crecimiento económico en Medio Oriente mediante el comercio, cómo estimular más las exportaciones de productos agrícolas y bienes básicos manufacturados, indicó Zoellick.

El Banco Mundial sostiene un encuentro con otros prestamistas multilaterales para examinar la posibilidad de enviar ayuda a los países del norte de Africa tras la ola de malestar, agregó.