Los Gobiernos de los países en desarrollo tienen más opciones de intervenir en la economía para enfrentar la crisis mundial que las naciones desarrolladas, afirmó el vicepresidente principal y economista jefe del Banco Mundial (BM), Justin Yifu Lin.

"El Gobierno en una economía en desarrollo puede jugar un papel más proactivo que uno de un país desarrollado (...) para impulsar la demanda agregada durante un momento de crisis y poner más atención al crecimiento sistémico", dijo.

Durante su participación en Ciudad de México en la conferencia internacional "Retos y estrategias para promover el crecimiento económico", el funcionario explicó que esta ventaja de los países en desarrollo se debe a que los desarrollados tienen economías más maduras y, por lo tanto, menos moldeables.

Además, la política monetaria de los países en desarrollo "también puede ser más activa", apuntó Yifu Lin, en el foro.

En esas naciones "siempre hay más espacio para la modernización industrial, y mientras las tasas de interés se mantengan bajas, se dará el incentivo para que los empresarios inviertan" en nuevas tecnologías, explicó.

El número dos del Banco Mundial recordó que la crisis económica mundial hará que 89 millones de personas adicionales caigan en la pobreza extrema para finales del 2010, por lo que los Gobiernos de los países en desarrollo deben "aprovechar las ventajas competitivas de sus economías".

De otra parte, manifestó que la economía de mercado sigue siendo el mejor camino para ubicar el capital y los recursos en los países, contrario a los que piensan que la crisis actual demuestra la necesidad de regresar a modelos de economías planificadas o de fuerte intervención gubernamental.

Al respecto, Yifu Lin subrayó que la historia ha demostrado que las economías planificadas o en las que el Ejecutivo juega un papel central "no son eficientes", mientras que el modelo de mercado "las hace más competitivas".