El año más sombrío de la crisis hipotecaria acaba de comenzar. Los prestamistas se aprestan a ejecutar más viviendas este año desde que inició la crisis en 2006.
 
Unos 5 millones de prestatarios están atrasados en dos meses o más en sus pagos y a ellos se sumarán otros, afectados por el desempleo y por préstamos superiores al valor de sus viviendas, dijeron analistas del sector.
 
"2011 será el año peack", dijo Rick Sharga, vicepresidente de la firma de estudios RealtyTrac. La firma pronostica que 1,2 millones de viviendas volverán a los prestamistas este año.
 
La cifra de ejecuciones en 2010 fue de un millón de viviendas, dijo RealtyTrac el jueves. Es la más alta desde 2005, cuando se empezaron a llevar registros.
 
Uno de cada 45 hogares en Estados Unidos recibió un aviso de ejecución el año pasado, equivalente a 2,9 millones de viviendas.
 
La tasa bajó en los últimos dos meses de 2010, cuando los bancos pasaron revista a sus procedimientos, luego de denuncias en septiembre sobre el mal manejo de las ejecuciones. Vigilados estrechamente por el gobierno, los prestamistas desistieron de tomar medidas contra prestatarios aunque estuviesen fuertemente en mora.
 
Desde entonces, sin embargo, la mayoría de los bancos han reanudado los procesos de ejecución y es probable que el primer trimestre registre un rebote de esa actividad, dijo Sharga.
 
Se prevé que los embargos seguirán elevados durante el año debido a la persistencia del desempleo alto, las normas más rígidas de refinanciación y la caída de los valores de las viviendas.
 
Más prestatarios se atrasarán en sus pagos. Uno de cada cinco tiene una deuda hipotecaria superior al valor de su vivienda.