Banksy no es sólo el más célebre artista del graffitti del mundo; también es el más enigmático ya que por años mantuvo su nombre en las sombras, y sólo hace pocos meses se descubrió quién era (supuestamente Robin Gunningham). Ahora, el hombre que le ha dado color y mensaje a los muros de Londres, dejó su misteriosa estela en Nueva York.

Desde este domingo los habitantes de la ciudad han visto una curiosa instalación donde animales animatrónicos son expuestos enjaulados en vitrinas de una tienda de mascotas en Manhattan. El trabajo, bajo el título "The village pet store and charcoal grill" ("La tienda de mascotas y la parrilla de carbón del pueblo") se ubica en una falsa tienda e incluye a leopardos, chimpancés, pollos y conejos en actitudes "humanas", dejando una interrogante acerca de la explotación del hombre para fines alimenticios o de moda.

La sorpresa es que Banksy, que habitualmente se dedica al graffiti y al "Street art", cambió de giro con esta, su primera instalación y se ubica más en la vereda de artistas como Damien Hirst y sus famosos animales disecados, pero con un grado mayor de sutileza y experimentación.

"Abierto para tienda de suministros para mascotas, razas raras, carne recuperada mecánicamente", dice en la entrada de la "tienda", que tiene como primera imagen para los transeúntes, a un leopardo durmiendo sobre un árbol. "¿Es real?" se preguntó una persona, según consigna el diario New York Times. Hay además un mono viendo televisión con audífonos, tan real que incluso respira, o nuggets de pollo con patas que comen de un plato, mientras lo observa la "mamá" gallina, y filetes de pescado frito que "nadan" es una pecera.

"Quería que el arte nos preguntara acerca de nuestra relación con los animales y la sustentabilidad de la industria agrícola", dijo Bansky en un comunicado de prensa. "Pero esto terminó como nuggets cantantes de pollo", dijo. En la instalación, además de los animales, hay cajas de alimentos para mascotas y de carne envasada, la que por cierto, no está a la venta.

Tal como ha sido su misterioso método artístico, Banksy montó el trabajo discretamente y antes de que se hiciera público, desapareció sin dejar rastro.   Esta se mantendrá hasta el 31 de octubre en la ciudad.