Barack Obama instó a los republicanos en el Congreso a aumentar el límite de deuda de EEUU sin condiciones previas, diciendo que podría haber un "caos" en los mercados si hay otro enfrentamiento sobre el endeudamiento.

El presidente dijo que los republicanos no deben esperar que se les pague en la forma de agresivos recortes de gastos, en caso de que accedan a aumentar el techo de la deuda. Si el Congreso no lo hace, indicó, "podría haber un caos en los mercados. Las tasas de interés podrían elevarse para cualquiera que pida dinero prestado".

"Sería una herida autoinfligida para nuestra economía. (Los republicanos) no pedirán un rescate a cambio de no destruir la economía estadounidense. La confianza y el crédito en los Estados Unidos de América no son una moneda de cambio", agregó.

El presidente negó que su fracaso para socializar con el Congreso le impidiera forjar compromisos con los republicanos. EEUU alcanzó su límite de US$ 16,4 billones en endeudamiento a fines de 2012, pero el Tesoro ha tomado medidas para seguir pagando la deuda del país.

Los republicanos señalan que los profundos recortes de gasto deben ser parte de cualquier acuerdo de techo de la deuda.

Para defender su postura, algunos miembros del partido en el Congreso están considerando la posibilidad de dejar caer al gobierno o de que EEUU retrase el pago de sus deudas, según Politico, una publicación de Washington. "Es posible que bajemos la cortina del gobierno para asegurarnos de que el Presidente Obama entienda que hablamos en serio", dijo la representante de Washington, Cathy McMorris Rodgers.

Obama condenó dichas sugerencias, diciendo que "la idea de que esto ocurra es irresponsable. Es absurdo".

La semana pasada, los demócratas en el Senado dieron luz verde para eludir al Congreso y tomar medidas ejecutivas para evitar un default, si no se alcanza un acuerdo. Entre las soluciones que han estado flotando está una invocación presidencial de la enmienda 14 de la Constitución -que dice que la deuda de Estados Unidos "no se cuestiona"-, con el fin de continuar los préstamos.

Pero el presidente pareció descartar las sugerencias de ayer, diciendo: "No hay trucos de magia".

El líder republicano del Congreso, John Boehner, presidente de la Cámara, y Mitch McConnell, el líder de la minoría del Senado, rechazaron las presiones de Obama sobre el techo de la deuda. "El pueblo no apoya elevar el techo de la deuda sin reducir el gasto público al mismo tiempo", dijo Boehner.