El presidente Barack Obama, al exponer sus propuestas en la ciudad donde emprendió su carrera política, planteó que el gobierno asuma una participación activa y extensa para que cada estadounidense tenga una "escalera de oportunidad" hacia la clase media.
Al hablar en la Academia Hyde Park en Chicago, donde tiene su casa familiar, Obama procuró apoyo público para sus proposiciones, anunciadas esta semana en su mensaje sobre el Estado de la Nación, para aumentar el salario mínimo federal y conseguir que cada infante asista al sistema preescolar. También convocó a vincular empresas a las comunidades afectadas por la recesión para ayudarles a ponerse en pie y suministrar entrenamiento laboral.
"En demasiados vecindarios hoy en día, sea aquí en Chicago o en los rincones más lejanos del sector rural de Estados Unidos, para muchos jóvenes parece que el futuro llega solamente hasta la próxima esquina o hasta las afueras de la ciudad, que sin importar cuán duro trabajes o te esfuerces, tu destino quedó determinado en el momento en que naciste", señaló Obama.
Conseguir que a ningún menor se le niegue la capacidad de llegar tan lejos como su talento se lo permita significa eliminar algunos de los obstáculos desde la etapa temprana de la vida, afirmó el presidente y exhortó a intensificar la promoción de un entorno familiar más sano. También instó a retirar las trabas financieras para el matrimonio y a reformar las leyes sobre la pensión alimentaria con la esperanza de que más niños se desarrollen en hogares estables, y sobre todo con un padre responsable en su entorno.
Al ponerse como ejemplo, Obama reflexionó sobre la ausencia de su padre en su infancia, pero dijo que tuvo algunas ventajas sobre otros infantes, como ser parte de jóvenes en riesgo en el programa escolar contra la violencia que conoció cuando llegó a Chicago.
"También tuve problemas, cuando tenía su edad. Sólo que tuve un ambiente que era un poco más indulgente. Tuve más de una red de protección", expresó.
Obama también prometió que su gobierno se asociará con 20 de las ciudades más desfavorecidas del país para "volverlas a poner en acción". Indicó que su gobierno colaborará con líderes locales para agilizar los trámites y rescatar a vecindarios sumidos por el peso de la delincuencia violenta a fin de reducir los ilícitos con métodos que han demostrado eficacia.
La gira en Chicago fue un cálido viaje a la ciudad de la casa familiar, sólo tres días después de que Obama presentó el primer mensaje sobre el estado del país en su segundo mandato presidencial.
"Aquí es donde Michelle y yo nos conocimos, donde nos enamoramos", dijo Obama y arrancó suspiros y exclamaciones como de telenovela entre los niños presentes. "Qué bueno que estoy en casa".
Chicago fue el destino de su tercer viaje fuera de Washington en tres días. El miércoles viajó a Asheville (Carolina del Norte) para promover su plan de aumentar el salario mínimo. El jueves acudió al suburbio de Decatur, en Georgia, con el fin de apoyar sus planes de suministrar educación preescolar para los niños de 4 años.