Las manifestaciones prodemocráticas en Hong Kong enfrentan a Estados Unidos y China, donde el presidente estadounidense, Barack Obama, intercambió hoy opiniones encontradas al respecto con su anfitrión, el jefe de Estado y de gobierno chino, Xi Jinping. 

Así quedó de manifiesto en la rueda de prensa conjunta ofrecida en el Gran Salón del Pueblo en Beijing al término de la visita de Estado de Obama de dos días.

Obama exigió elecciones transparentes y libres en Hong Kong, mientras que Xi Jinping rechazó enérgicamente toda crítica del exterior. 

Aun cuando China le ha acusado de ello, Estados Unidos no se ha inmiscuido en las protestas prodemocráticas en esta zona bajo administración especial, aseguró Obama.

"Son temas sobre los que las personas en Hong Kong y en China tienen que decidir por sí mismas", agregó el mandatario estadounidense durante la conferencia conjunta en Beijing.

Xi replicó: "Los asuntos en Hong Kong son exclusivamente asuntos internos de China. Otros países no deberían influir de ninguna forma". 

Durante los últimas semanas, el ministerio de Asuntos Exteriores de China señaló en varias ocasiones que había "fuerzas extranjeras" apoyando las protestas en la región bajo administración especial de Hong Kong.

Xi agregó: "La ley y el orden tienen que procurarse sobre la base de la legislación. Y eso no sólo no sólo es válido en Hong Kong, sino en todo el mundo".

Activistas prodemocráticos siguen acampados en las principales avenidas del centro de Hong Kong. Las protestas, que duran más de un mes, comenzaron por los planes de Beijing de permitir en 2017 por primera vez elecciones directas, pero sin una elección libre de candidatos.

Desde la devolución de la ex colonia británica a China en 1997, Hong Kong se gobierna como territorio autónomo.