Entre los días 27 y 28 de enero la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) definió que en abril se repetirán las elecciones para definir a la directiva de la entidad, ya que el proceso realizado en agosto fue duramente criticado por la denuncia de una serie de irregularidades. Para la presidenta de la agrupación, Bárbara Figueroa, el episodio "fue un golpe duro, sobre todo en un tiempo en que muchos de los que miraban desde afuera lo único que esperaban era que tuviéramos una caída".

Respecto a una posible candidatura a la reelección, Figueroa sostiene que es un tema que no ha discutido, y que por ahora la prioridad es "no repetir errores".

¿Qué autocrítica hace del fallido proceso de agosto?

Tuvimos un proceso electoral irregular. Nadie puede decir que fue impecable y sin fallas. Eso fue producto de un agotamiento de la institucionalidad de la Central, y ese evento se transformó en la oportunidad para que nosotros pudiéramos dar saltos cualitativos en la organización.

¿Fue el peak de una crisis que se arrastraba de antes?

Sí. Las elecciones gatillaron que se evidenciaran los abusos dentro de la institución. Eso abrió la puerta para hacer un debate serio y responsable de cómo tenemos que garantizar que los mecanismos de elecciones sean rigurosos.

¿Qué evaluación hace de cómo quedó la imagen de la CUT luego de ese momento?

Fue un golpe duro para la Central, sobre todo en un tiempo en donde muchos de los que miraban desde fuera lo único que esperaban era que tuviéramos una caída.

Hasta ese momento la Central se posicionaba como una de las instituciones donde todo funcionaba bien, no teníamos conflictos de interés, no había problemas con plata, nosotros estábamos bastante limpios considerando todo lo que a nivel general afectaba al país.

En ese contexto, la Cámara de Diputados conformó una comisión investigadora para revisar el desarrollo del proceso...

Con la misma capacidad que tengo de mirar críticamente lo que vivimos, también creo que tuvimos la capacidad de demostrar que podíamos salir adelante y que no necesitamos agentes externos que vengan a darnos lecciones (...) Nos pareció más bien que esa instanciatenía una intencionalidad por parte de algunos parlamentarios de vulnerar la libertades sindicales.

Paralelamente el Tribunal Electoral también comenzó a investigar las elecciones...

Sí, por lo tanto la Central ya tenía un camino legal de juicio en tribunales.

¿Quedó conforme con la reforma a los estatutos que se aprobó en la Central?

Haber logrado constituir de manera estatutaria la necesidad de consejos ramales, establecer cuota de género, haber consolidado nuevas estructuras de dirección, etc. es un paso gigante para la Central para recuperar su imagen, y es algo que marcará un antes y un después.

Las elecciones se repetirán en abril pero en ellas no se implementará el voto universal, ¿por qué?

Necesitamos garantizar que en un proceso de votación como este todas las organizaciones de la CUT tengan plena garantía de participación, y hacer eso antes de abril es muy difícil. Para solucionar eso tenemos plazos determinados y una comisión técnica que se va a hacer cargo. Debo decir que los mecanismos por sí solos no son buenos o malos. El sistema de votación ponderada es un buen mecanismo, pero lo que pasa es que los mecanismos se pueden mal utilizar.

¿Se mal utilizó el sistema de votación indirecta en la Central?

Sí, tengo la impresión de que eso fue lo que nos ocurrió.

¿Volverá a competir por la presidencia?

No hemos hecho ese debate. Dada la experiencia vivida, hay que concentrarse este proceso de cambios para no repetir errores.

Si su sector le plantea repostular, ¿lo hará?

Creo que en el marco de los desafíos que tiene hoy la CUT sería poco prudente entregar juicios personales sobre ese tema.

Elecciones

¿Qué le parece el candidato Alejandro Guillier? Se ha ido acercando al Partido Comunista...

No me voy a pronunciar sobre los candidatos. Pero me parece llamativo que tengamos una carrera presidencial que en algún momento se pensó que estaba lista y no fue así, hoy es un terreno abierto. El mundo de oposición debería mirar con mucha preocupación los resultados que están entregando las encuestas sobre su candidato.

¿El partido comunista debería apoyar a Guillier o definir un candidato propio?

El partido se ha reunido con gran parte de los candidatos que están en carrera dentro de la Nueva Mayoría, y con ellos ha conversado sobre cómo se piensan las alianzas, los programas, y creo que ese es un ejercicio saludable. Las definiciones que se tengan que hacer hay que dejarlas a los órganos de dirección.

¿Pero, personalmente, le gusta Guillier como candidato?

Uno tiene una tribuna privilegiada para opinar, y en ese marco no me parece correcto dar opiniones.