El ingeniero comercial Fernando Giner quería crear una situación especial para entregarle la argolla de compromiso y proponerle matrimonio a Bárbara Rebolledo, su polola desde hace un año. Algo inspirado pero nunca cursi. Entonces el vicepresidente comercial de Grupo Gildemeister invitó a la ex animadora de Pasiones al taller de un conocido artista. Sabía que a ella le gustaba especialmente una escultura que allí se exhibía. Y cuando estaban parados frente a la obra, se la regaló junto con el anillo y le pidió que se casaran. Ella aceptó.

"¡Estoy feliz!", confirma la novia. "Estoy contenta. Tranquila. Pero todavía no hemos definido fecha ni lugar", agrega la periodista de 36 años que prefiere no entrar en mayores detalles, para respetar el bajo perfil de Giner. "Entiendo el interés por averiguar más. Pero Fernando es una persona súper alejada de la prensa y por respeto a él y a la familia que queremos formar, no quiero que se vea involucrado", dice Rebolledo, que vivió una rápida historia de amor.

ENTRE CACHAGUA Y LA PARVA
Hace más de un año la ex figura de TVN estaba sola. Preocupada del trabajo. Pero una hermana menor de Giner trabajaba de productora en Pase lo que pase. Allí conoció a Rebolledo. Y entre ella y otra amiga de la ex conductora le presentaron al ingeniero de 40 años. Se conocieron. Empezaron a salir. Hasta que comenzó el romance. "Fernando llegó en un momento en que Bárbara necesita paz, tranquilidad y contención. El le dio todo eso. Es un hombre muy cuidadoso y protector con ella", explican los cercanos a la pareja que pasa los fines de semana en Cachagua, donde ambos tienen casa. O en La Parva.

Giner es separado y tiene tres hijas "que se llevan muy bien con Bárbara", comentan las mismas fuentes. Su padre es dueño de la Viña Casas de Giner. Su familia también es propietaria de las Termas de Chillán. Y él tiene tres hermanas: una mayor y dos menores. Estudió Ingeniería en la Universidad Gabriela Mistral. Luego partió a España a hacer un magíster en Marketing. Ya de vuelta en Santiago, al poco tiempo comenzó a trabajar en la automotora Gildemeister, donde está desde hace ocho años. Y aunque a menudo es fotografiado para las páginas sociales, quienes le conocen dicen que "no le gusta la prensa rosa, ni menos exponer su relación con Bárbara... De hecho, hace un tiempo, cuando el pololeo fue publicado por primera vez, le cargó".

Rebolledo tampoco habla mucho del tema. La periodista que dirige la revista Eres, de la multitienda Ripley -donde ha corrido detrás de Catherine Fulop y ha disfrazado a Soledad Onetto- y realiza proyectos televisivos en su empresa Viento, cuida el pololeo. Por eso ahora apenas comenta que está contenta.