A mzanga. Bárbara Riveros escucha ese grito diariamente desde hace 10 días, los mismos que lleva entrenando en Kigali, la capital de Ruanda, uno de los estados más pequeños de Africa.

Con una superficie y población similares a la suma de las regiones Metropolitana y de O'Higgins, el País de las Mil Colinas no fue elegido por la triatleta, sino por su entrenador de trote, el australiano Rob Highley, quien es famoso por sacar valores desde esa zona del mundo. El recordman planetario de 800 metros, el keniata David Rudisha, es su mayor carta de presentación.

Por eso llegó "Chicka" a Ruanda el 23 de septiembre. Es la primera vez que va a ese lugar, donde todo es muy diferente a lo vivido en Chile, en Australia, donde entrenó por años, o Europa, donde también ha vivido. Pobreza, el recuerdo vivo de una guerra civil y mucha, mucha gente corriendo han sido sus impresiones más imborrables.

Desde Kigali, la deportista comenta lo positivo de sus días tan lejos de casa, más allá de lo deportivo. "Esta es una experiencia que me dejará mucho en mi vida. Son pocas las ocasiones que tienes en tu vida de venir al corazón de Africa, no podía renunciar", cuenta Riveros.

Saber de la deportista no es cosa fácil. Lo sabe su padre, Agustín Riveros, quien espera cada 48 horas algunas señales de vida de su hija a través de correos electrónicos. Ella tiene que viajar un largo trecho para llegar a un lugar con internet, donde aprovecha de actualizar a su padre y responder otros mensajes. "¿Qué deportista chilena se va a entrenar sola a Africa?", se pregunta el progenitor, destacando el sacrificio de su hija.

La deportista ADO+ está entrenando para el Mundial Off Road Xterra en Hawai, el 27 de octubre. Para Highley, las condiciones montañosas de Ruanda, a 1.700 metros sobre el nivel del mar, son perfectas para preparar los 1.609 metros de aguas abiertas, 30,4 kilómetros de mountainbike y nueve y medio de carrera en los cerros que le esperan a la chilena en Maui. Las pruebas a campo traviesa son un nuevo nicho que Riveros quiere explorar más. Ya el año pasado fue segunda en el Mundial.

Igual, tan sola no está. "Con Rob (Highley) he trabajado todo el año mi pedestrismo (trote) y él tenía que volver a atender a sus keniatas. Esto me sirve para preparar Maui y entender de cerca por qué los keniatas son los mejores del pedestrismo mundial. Somos dos keniatas, un irlandés, un estadounidense, que me ayuda a entrenar mountainbike, Rob  y yo, 'Melchi'", enumera Bábara Riveros, cerrando con el sobrenombre con que su papá la bautizó cuando tenía ocho años.

"El ambiente es diferente, muy familiar. La gente es humilde y muy religiosa, luego de lo que sucedió hace como 20 años", escribe "Chicka" desde Kigali. El recuerdo es del genocidio que hubo en ese pequeño Estado, donde en 1994 se estima que perdió la vida un millón de personas en el conflicto entre hutus y tutsis.

Menos sola aún está la chilena cuando sale a correr o pedalear. "Uno se siente bien con esta gente. He estado en muchos lugares, pero sin duda esto es diferente, con gente distinta. Es genial cómo te persiguen cuando pasas en 'bici' o corriendo por sus casas. Muchos nos persiguen a pie, descalzos. Te acompañan, se alegran, ríen y nos gritan: 'A mzanga'. Es increíble que no se cansan. Van hablando y corren varios kilómetros, es como para no creerlo. Cuando miro atrás, parezco Forrest Gump", cuenta la triatleta, recordando la película en que la gente acompañaba al protagonista en su eterno trote.

Los entrenamientos "masivos" y los viajes al internet no son las únicas actividades de Riveros en Kigali. Por seguridad, ella misma va a comprar cosas para cocinar. "La comida prefiero preparármela yo. Me encanta ir con los chicos a las ferias cercanas", cuenta. Sobre el agua, agrega que "sólo tomo envasada".

¿A mzanga? "Parece que quiere decir 'corramos juntos'", especula Bárbara Riveros. "Quiere decir 'hombre blanco'", aclara su padre.