Tras un partido bien resuelto en Francia, que terminó 3-1 a favor, Barcelona tiene un pie en las semifinales de la Champions League. El otro lo podrá poner en la revancha de hoy, en el que apostará por su tridente ofensivo Messi-Suárez-Neymar para evitar cualquier problema frente al París Saint-Germain.
En el Camp Nou, la estrategia del cuadro blaugrana parece clara: no especular con el resultado y no dejar el menor resquicio a los parisinos, que llegan a este partido reforzados con Zlatan Ibrahimovic y Marco Verratti, tras haber cumplido sus sanciones.
"El objetivo es pasar, pienso en positivo, la victoria siempre viene bien, no soy amigo de firmar resultados que no son victorias", dijo el técnico Luis Enrique en la previa al encuentro del martes.
"El 1-3 es un muy buen resultado pero no es definitivo, necesitamos de otro gran partido para cerrar la eliminatoria", añadió, cauto, pese a que prácticamente todas las estadísticas colocan al Barça en semifinales.
El PSG se la juega
El sueño europeo no se lo quita nadie al PSG. Y es que si bien necesitan marcar al menos tres goles a los catalanes, los franceses son los únicos junto al Real Madrid que han logrado esa gesta esta temporada, cuando vencieron por 3-2 en el partido de la fase de grupos en septiembre.
Además, los parisinos demostraron ante el Chelsea en octavos (1-1, 2-2 tras la prórroga) que tienen recursos mentales para llevar a cabo este tipo de hazañas.
Aunque prefirió mostrarse "realista" ante un reto "extremadamente difícil", su entrenador Laurent Blanc espera "demostrar que somos mejores de lo que demostramos en la ida".
"Nos decimos que no tenemos nada que perder. Creo que habrá la posibilidad de marcar, estoy convencido. Pero el gran problema con el Barcelona es no encajar. Es casi imposible. Hay que defender bien", sostuvo el técnico.
En tanto el mediocampista Blaise Matuidi también lanzó su arenga: "Mientras haya una posibilidad, hay que jugársela, si no, no vale la pena ni tomar el avión".