Un empate sin goles ante Sevilla como local y un "pobre" 1-0 ante Granada como visita era la imagen de Barcelona en sus últimos partidos.
Sin embargo, en sólo unos días el equipo de Guardiola se apuró en despejar las dudas con una contundente victoria de 5-0 ante Mallorca.
A los 13', Lionel Messi, que había fallado un penal en el último minuto ante Sevilla, nuevamente tomó el balón y esta vez no tuvo inconvenientes para convertir la pena máxima.
Ahí, dejó claro que iba a ser su tarde y sólo 8 minutos después conectó en el área un mal remate de Adriano para poner el 2-0.
Como si eso fuera poco, otra vez 8 minutos después, el argentino conectó de primera un centro de Alves y terminó por sentenciar el encuentro.
En la segunda mitad todo fue un trámite y las anotaciones de Cuenca (50') y Alves (90') terminaron por cerrar la goleada que mantiene a los catalanes entre los tres primeros del torneo español.