Barcelona, la segunda ciudad de España, rompió hoy con los partidos tradicionales y optó por la plataforma ciudadana de izquierda en la que se integra el partido emergente Podemos para regir su ayuntamiento.
En las elecciones municipales celebradas en todo el país, Barcelona en Comú fue la agrupación más votada en esa ciudad del noroeste del país, con el 25,21 por ciento de los votos, según datos del Ministerio del Interior con casi el total de los votos escrutados. Con ello obtendrá un total de 11 concejales.
Si ningún pacto de otros grupos políticos lo impide, algo que parece improbable, la candidata de la agrupación, Ada Colau, arrebatará la alcaldía a Xavier Trias, del partido nacionalista Convergencia i Unió (CiU), que obtuvo el 22,72 por ciento de los apoyos y diez concejales, frente a los 14 que tenía hasta el momento.
Se trata de la mayor alcaldía que lograría Podemos en todo el país, aunque no en solitario, ya que no competía con marca propia en los comicios municipales, aunque sí en los regionales. Además de Podemos, Barcelona en Comú (BComú) congrega a los partidos de izquierda y ecologistas catalanes Esquerra Unida i Alternativa, Equo, Iniciativa per Catalunya Verds y Procés Constituent.
En una comparecencia poco después de conocer los resultados, Colau dio las gracias a los ciudadanos que, dijo, "han sido capaces de demostrar que se puede hacer política de otra manera".
"No lo teníamos fácil y no nos lo han puesto nada fácil: nos han difamado, calumniado, dicho barbaridades de nosotros. Con convicción, compromiso, esperanza e ilusión hemos demostrado que sí se podía", dijo la que con alta probabilidad será la nueva alcaldesa de Barcelona.
La otra agrupación emergente, la centrista Ciudadanos de Albert Rivera, también irrumpió con fuerza en el ayuntamiento barcelonés, al obtener el 11,7 por ciento de los votos y hacerse con cinco concejales, los mismos que el partido de izquierda independentista ERC y sus aliados, que se hicieron con el 11 por ciento de los votos.
Los perdedores de la cita electoral en la capital catalana fueron los partidos tradicionales: con el 9,65 por ciento de los apoyos, el partido socialista catalán PSC se quedó sólo con cuatro concejales de los once que tenía.
El Partido Popular (PP) del presidente de gobierno Mariano Rajoy obtuvo el 8,71 por ciento de los apoyos, con lo que sólo tendrá tres concejales, frente a los 9 consegidos en las últimas municipales en 2011.
Tres concejales obtuvo también la organización independentista de izquierdas Candidatura d'Unitat Popular (CUP).
El auge del partido emergente Podemos fue celebrado por el secretario general de la organización, Pablo Iglesias, quien salió a celebrar los resultados obtenidos en estas elecciones. "Empieza a escribirse en España el fin del bipartidismo", señaló.
"Habíamos esperado un desgaste más rápido de los partidos tradicionales, pero la situación nos obliga a trabajar mucho para seguir esforzándonos (...) en nuestra voluntad muy clara: la de la transformación política".
Iglesias fue más allá y apuntó a una situación de cambio irreversible hasta el mes de noviembre, cuando se prevé se celebren los comicios generales en España, que no están aún convocados: "Asumimos el desafío de ganar las elecciones generales al Partido Popular", concluyó.