El Barcelona marcó la temporada del Celta de Vigo. Los gallegos ganaron el partido de la primera rueda 1-0 en el Camp Nou, pero desde ahí iniciaron una racha de 10 partidos de liga sin ganar. Ahora, se cruzaban nuevamente en el estadio Balaídos, y el resultado fue al revés. Barcelona venció por 1-0.
Durante los primeros 45 minutos, el planteo de Eduardo Berizzo no fue de esperar a los punteros de España. Al contrario, jugó de igual a igual, y de esta manera complicó la estrategia de Luis Enrique. Los dos chilenos del Celta fueron titulares. Mientras Pablo Hernández jugó en la línea de tres volantes, Fabián Orellana era puntero derecho, pero haciendo todo el trabajo de la banda, tanto ofensivo como defensivo.
Luego de que los azulgranas iniciaran controlando el juego, de a poco Celta se animó. La más clara en la primera parte fue en los 42', cuando Orellana cede al argentino Joaquín Larrivey, pero el ariete falla su disparo frente al arco.
El complemento fue distinto, no porque Barcelona adquiriera mayor poder, sino que ninguno de los equipos se presentó superior al otro. Celta seguía inquietando a la defensa visitante, pero aquello no se traducía en ocasiones de gol. El líder tuvo una y facturó. En los 73 minutos, un tiro libre fue cabeceado por el defensa Jeremy Mathieu y abrió la cuenta. Eso le bastó al Barcelona.
El punto negro fue la expulsión de Orellana, por una acción evitable. Sergio Busquets se demora en ejecutar una falta, Orellana se molesta, saca un pedazo de pasto de la cancha y se lo lanza. Recibe la roja directa.
Así, Barcelona suma 71 puntos y mantiene la distancia de cuatro puntos con Real Madrid.