El pianista y director argentino-israelí Daniel Barenboim actuó hoy por primera vez con su orquesta árabe-israelí West-Eastern Divan en el Festival wagneriano de Bayreuth.

La Sociedad de Amigos de Bayreuth organizó ese concierto en la "Colina verde", como se denomina al famoso anfiteatro, a petición expresa de Katharina Wagner, que desde este año codirige el festival junto a su hermanastra, Eva Wagner-Pasquier.

Ambas son bisnietas del célebre compositor Richard Wagner (1813- 1883) en honor al cual se celebra ese evento musical, el más importante de Alemania y el principal del mundo junto al de Salzburgo.

La orquesta de jóvenes músicos fundada en 1999 por Barenboim junto al fallecido filólogo palestino Edward Said (1935-2003) tiene el objetivo de crear un lugar de intercambio entre israelíes y palestinos y dar ejemplo de paz y armonía entre los pueblos de Cercano Oriente.

Con ello, el músico argentino-israelí, que también tiene pasaporte español, contribuyó a difuminar el pasado nazi del festival de Bayreuth. Ese certamen perdió cierta credibilidad a raíz de la estrecha amistad que mantuvieron el fallecido Winfried Wagner con el dictador Adolf Hitler.

El hijo de Winfrief, Wolfgang Wagner, que dirigió la "Colina verde" hasta este año, se esforzó desde 1945 por borrar esa huella con ayuda del arte. A ello contribuyó Barenboim, que entre 1981 y 1999 actuó como director de orquesta en el festival con "Tristán e Isolda", "El anillo de los Nibelungos", "Parsifal" y "Los maestros cantores de Núremberg".

El concierto de hoy, con el que el músico y pianista regresó después de más de una década a Bayreuth, se centró en las obras de Franz Liszt -el suegro del compositor Richard Wagner-, con piezas también de la ópera "Tristán e Isolda", de Wagner, y la "Sinfonía Fantástica", de Hector Berlioz, una obra estrenada en 1830 que tuvo fuerte impacto en la música del romanticismo, sobre todo en Liszt y Wagner.