Se iba a jugar un partido conmemorativo por los 110 años de Platense y los 114 de River Plate entre los equipos seniors de ambas instituciones. Todo iba bien: Foto entre ambos equipos de viejas glorias y un ambiente totalmente pacífico. Hasta que aparecieron los invitados de piedra.

La barra de Platense, conjunto que era de local, invadió la cancha para robarles las prendas de vestir a los jugadores, entre los que se encontraba el ídolo Calamar, Marcelo Espina. Una situación muy desagradable que interrumpió lo que iba a ser una fiesta entre dos instituciones que cumplen años el 25 de mayo, día de la patria argentina. La falta de resguardo policial para el evento fue la oportunidad perfecta para que los barristas hicieran de las suyas.