El máximo accionista y vicepresidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, arribó ayer al estadio Monumental cerca del mediodía para sostener una reunión con el mandamás albo, Arturo Salah, y con el entrenador, Gustavo Benítez.

En la cita, que duró cerca de 40 minutos, los directivos le volvieron a ratificar al DT -al igual que la reunión que tuvieron el domingo, después de perder contra Unión Española-, que tenían confianza en su trabajo y que ya vendrían los triunfos.

Pese a ello, en ByN temen la renuncia del técnico paraguayo y ya gestionaron sondeos con algunos entrenadores (ver nota principal).

Paralelamente, Mosa no vivió una jornada tranquila en Macul, ya que cuando ingresaba al reducto en su vehículo, un par de barrabravas que se encontraban en el exterior, lo encararon y le recriminaron el presente de ByN. Una situación similar ocurrió cuando el empresario puertomontino se retiró de Pedrero, pese a que durante toda la jornada una patrulla de Carabineros custodió el Monumental.

Un hecho similar vivió el plantel, ya que en pleno entrenamiento, un individuo identificado como José Miguel Briones (alias "Hulk"), encaró a varios jugadores y tuvo una breve discusión con Emiliano Vecchio.

Por otro lado, antes de iniciar la práctica, Benítez y su staff técnico les hicieron saber a los jugadores su molestia por las constantes filtraciones a la prensa. También hubo autocrítica por la caída ante los hispanos, aunque la lejanía entre el estratego y los futbolistas sigue latente.