El defensa español Marc Bartra, único jugador del Borussia Dortmund herido en el ataque con explosivos dirigido al autobus del equipo, abandonó hoy el hospital donde fue operado el martes, día del atentado.
El jugador, de 26 años, dejó el centro sanitario, indicaron fuentes del club, en su cuenta en twitter, donde se indica asimismo que se han reforzado las medidas de seguridad para el partido liguero que hoy disputa el equipo contra Eintracht de Fráncfort.
Ayer viernes, el propio Bartra había publicado en su cuenta en Instragran una imagen suya, aún en la cama del hospital, y un texto en que describía sus sensación durante el ataque, en que dijo haber vivido "los 15 minutos más largos y duros de mi vida".
"El dolor, el pánico y la incertidumbre de no saber lo que estaba pasando, ni cuanto tiempo duraría...", escribió el jugador.
Pese a la conmoción, el jugador afirmaba que día a día nota cómo iba recuperando "las ganas de vivir, de jugar y de entrenar".
Las autoridades alemanas siguen investigando el ataque, sin descartar ninguna hipótesis sobre su autoría.
Según el diario "Die Welt", se investiga si los explosivos empleados procedían de algún almacén del Ejército alemán.
De acuerdo con este rotativo, se está analizando tanto el material de los tres artefactos que estallaron junto al vehículo del equipo de fútbol como los detonadores empleados.
Estas informaciones siguen a las avanzadas ayer por el diario berlinés "Der Tagesspiegel", cuya redacción recibió un correo electrónico de signo ultraderechista en que se atribuye la autoría del ataque y se amenaza con otro atentado, esta vez en Colonia.
En el mensaje recibido por ese diario se ataca el modelo de sociedad multicultural, se menciona a Adolf Hitler y se afirma que el ataque de Dortmund fue "una última advertencia".
Se anuncia un ataque en Colonia, a 60 kilómetros de Dortmund, el día 22, y supuestamente el objetivo son las marchas de protesta izquierdista contra la celebración en esa ciudad del congreso del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
El atentado contra el Dortmund, cuyo autobús recibió el impacto de los explosivos camino al estadio para disputar un partido de la Liga de Campeones, sigue rodeado de enigmas.
La Fiscalía federal reconoció el jueves que no ha podido probar una relación entre el ataque y el único detenido como sospechoso de implicación en éste, un iraquí de 26 años quien presuntamente militó en el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en su país.
En el lugar del ataque se hallaron tres escritos presuntamente yihadistas reivindicando su autoría, pero los expertos alemanes han cuestionado su autenticidad, ya que ni el contenido ni el proceder siguen los esquemas habituales del terrorismo islámico.
Se sigue asimismo la pista de hinchas radicales del Leipzig, en venganza por las agresiones de "hooligans" del Dortmund contra sus aficionados en un partido disputado el pasado febrero.
Además de Bartra, que fue operado de una rotura en el brazo, en el ataque resultó herido un policía que custodiaba el vehículo.
En el "Land" de Renania del Norte-Westfalia, donde se encuentra Dortmund, conviven otros cuatro equipos de la Primera división -Schalke, Colonia, Mönchengladbach y Bayer Leverkusen.
El Borussia Dortmund se enfrenta hoy en su estadio al Eintracht Fráncfort en partido liguero, mientras que el Bayer Leverkusen recibe al campeón, Bayern Múnich.