Pese a que la situación en Siria sigue sin solución, el Presidente Bashar Assad, estimó que las elecciones legislativas del pasado 7 de mayo mostraron que  la mayoría de los sirios apoya a su régimen y a la política de reformas de su  gobierno, según una entrevista difundida el miércoles por una televisión rusa.

Para el gobernante, el resultado de los comicios, que la oposición y occidente  calificaron de "farsa", mostró que el pueblo sirio "sigue apoyando la política  de reformas" y "las instituciones del Estado", dijo al canal público Rossia 24.

"El pueblo sirio no le tiene miedo a las amenazas de los terroristas que  trataron de sabotear las elecciones o evitar que las realizáramos", aseguró el  mandatario.

El régimen anunció una tasa de participación de 51,26%, pero no precisó los  resultados de los partidos en estos comicios. La oposición y los países  occidentales tacharon los comicios de "farsa".

En tanto, al menos 27 personas murieron hoy en diversos combates en varias provincias del país y en Derá, en el sur, donde se  registró una violenta represión por parte de las tropas gubernamentales.

Entre las víctimas figuran 15 civiles "ejecutados de forma sumaria" por las  fuerzas del régimen sirio durante un asalto al barrio Shammas en Homs, indicó  el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En la localidad de Jan Sheijun, en Idleb, cinco personas, entre ellos un  niño, murieron tiroteados por la artillería pesada del ejército, que bombardeó  la ciudad, informó esta organización, con sede en Londres.

En esta ciudad, un convoy de observadores de la ONU fue blanco el martes de  un ataque, cuando se encontraba cerca del lugar donde se celebraban unos  funerales, en los que un bombardeo de las fuerzas gubernamentales dejó un saldo  de 20 muertos, según el OSDH, que calificó el acto de "masacre".

Según Abu Hamman, seis observadores de Yemen, Brasil, Bangladesh,  Dinamarca, Marruecos y Holanda fueron evacuados de la ciudad en las últimas  horas. Su vehículo fue alcanzado por la explosión.

La oposición siria acusó al régimen del ataque contra la ONU. Los  observadores "nos preguntaron si podíamos llevarlos a un lugar seguro fuera de  Jan Sheijun, pero no era posible porque la ciudad estaba rodeada por las tropas  del régimen", indicó Abu Hamman.

Después de 15 meses de revuelta, los combates entre fuerzas gubernamentales  y rebeldes se multiplican y la represión sigue siendo muy severa. En el país  hay más de 200 observadores de la ONU, encargados de vigilar una tregua que se  ha violado cada día desde su teórica entrada en vigor hace más de un mes.

Se calcula que más de 12.000 personas han muerto de forma violenta en Siria  desde el inicio de la rebelión, la mayoría de ellos civiles.