Con la llegada del verano boreal, Roma se llena de turistas, y sus lugares y monumentos más emblemáticos, como el Coliseo o la basílica de San Pedro, en el estado de la Ciudad del Vaticano, registran larguísimas colas a su entrada.
Sin lugar a dudas es en la plaza de San Pedro, antesala de la basílica vaticana, donde se producen mayores aglomeraciones, debido a las medidas de seguridad, que incluyen detectores de metales por los que deben pasar los visitantes.
Este templo ha visto en los últimos días cómo las colas para acceder a él se alargaban, en ocasiones hasta dar la vuelta a toda la Columnata de Bernini, los dos inmensos brazos de columnas ideados por el famoso escultor italiano Gianlorenzo Bernini que abrazan el recinto vaticano.
Bajo el intenso calor que estos días registra la península italiana, y que alcanzará su máximo el próximo jueves, cuando la capital llegará hasta los 36 grados, alta temperatura teniendo en cuenta la humedad de la Ciudad Eterna, los turistas permanecen al sol durante largos períodos, que pueden llegar a una hora, esperando para poder entrar a la Basílica.
La Basílica de San Pedro del Vaticano recibe unos ocho millones de visitas al año y algunos lugares de la misma, como las Grutas Vaticanas (cripta), donde se encuentran el sepulcro de San Pedro y la tumba del papa Juan Pablo II es visitada por un promedio diario de 22.000 personas.
La basílica petrina es el lugar religioso más visitado del mundo, junto a la Basílica de Guadalupe, en México, y por delante de otros como el santuario de Lourdes (Francia) o la mezquita de Masjid al-Haram de La Meca.