Es pasado el mediodía en Viña del Mar. Bastián Malla (573º del ranking ATP) camina por una de las canchas del Club Unión y se le nota tranquilo y renovado. El joven tenista nacional, de 18 años, acaba de ganar un partido importante y comienza a cosechar los frutos del gran trabajo en poco más de un mes con Nicolás Massú como entrenador.
La idea era poder encontrar el rumbo después de una temporada pasada bastante irregular y donde sólo logró repuntar al final, cuando en diciembre conquistó el Futuro Chile 11 disputado en Villa Alemana.
Y en esta semana, en su segundo torneo del 2015, el zurdo volvió a demostrar todo el talento que lo llevó hace algunos años a ser considerado como una de las promesas del tenis nacional junto a Christian Garin y Nicolás Jarry. En primera ronda dio la sorpresa al eliminar a su compatriota Juan Carlos Sáez (330º), quien venía de festejar el título en el Futuro 1 la semana pasada, mientras que después aplastó a los trasandinos Tomas Lipovsek Puches (427º) y Juan Ignacio Ameal (661º), para luego apabullar, ayer, al peruano Duilio Beretta (424º), próximo rival de Chile en la Copa Davis. Hoy buscará su segundo título en esta categoría ante el español Javier Marti (481º).
Desde la Ciudad Jardín, el antofagastino conversó con La Tercera sobre el excelente trabajo realizado con el doble campeón olímpico, y además, explicó los motivos de su tardío despegue en comparación a Garin y Jarry.
¿Cómo fue entrenar estos meses con Nicolás Massú?
Para mí, que tengo 18 años, fue una experiencia increíble entrenar con ese nivel. Nico me entregó harta experiencia que tuvo dentro de la cancha. Creo que me ordenó bien. Fue una experiencia inolvidable y ojalá que podamos seguir trabajando en el futuro.
¿Han hablado de retomar el trabajo después de la Copa Davis ante Perú?
Sí. Cuando yo esté acá en Chile y él también, vamos a estar juntos. Siempre estamos hablando, nos estamos mandando mensajes de cómo me siento. Pero cuando tenga que viajar no creo, porque estoy en un nivel de Futuro. Aunque creo que si me meto más adelante en el circuito, ahí me podría acompañar, que es una muy buena opción. Pero por el momento, me está buscando un entrenador argentino o chileno. Quizás también viaje con el Nano [Zuleta], con el que me siento cómodo, o con Yoghurt de Mora, que son gente positiva y que me han ayudado bastante en mi carrera.
El año pasado terminó jugando bien y ganando su primer título en el Futuro Chile 11. ¿Cuáles son sus expectativas para este 2015?
Tenía una meta y todo se fue dando al final de año. Me fue bien, pero creo que una buena meta es terminar top 300 este año. Estoy 500, igual es una meta realista y si puedo terminar más arriba, mejor aún.
Siempre se dijo que usted era talentoso. La gran promesa del tenis chileno, incluso más que Christian Garin. ¿Por qué cree que se estancó?
Creo que fue una mala decisión haber ido a Estados Unidos a entrenar. Estaba solo, sin mi familia. Estaba con los gringos allá y quizás me enseñaron otro juego al que yo no estaba acostumbrado. Hice las cosas mal, planifiqué mal. El año pasado también, porque fui a Europa a jugar interclubes y no tenía por qué haberlo hecho. Estuve tres meses allá y saqué cinco puntos ATP. Creo que tenía que partir de abajo, retomando confianza, jugar Futuros. Ha sido algo de inmadurez. No conocía mucho el tema. Además el asunto de las lesiones también influyó.
¿Se siente algo más maduro entonces?
Sí, porque estoy con el Nico, con el Nano, con gente de mucha experiencia que ya ha recorrido ese camino. Yo siento que tengo todas las condiciones para llegar arriba. Todavía soy chico y creo que tengo chances de meterme igual que los demás.
Ahora se viene la Copa Davis, donde será sparring…
Sí, estoy invitado y creo que también va Jorge Aguilar y Juan Carlos Sáez para ayudar al equipo.
¿Cómo ve la serie contra Perú?
Christian, Nicolás, Gonzalo y Hans vienen jugando bien, pero tampoco hay que confiarse. Hay que jugar partido a partido y ojalá que podamos cerrar lo antes posible.
¿Qué opina de la presión que se le mete a GarinGarin y Jarry?
A Christian lo presionaron mucho después de que ganó Roland Garros, cuando le empezó ir bien en los Challengers y cuando empezó a jugar torneos ATP o pasar la qualy en Buenos Aires. Todos tienen procesos, él está por buen camino, tiene 18 años todavía y está doscientos y algo, que es muy bueno. Cualquier chico a esa edad querría estar en la posición que está él. Creo que no hay que ponerle tanta presión, dejarlo tranquilo. Lo comparan con los australianos (Nick) Kyrgios y (Thanasi) Kokkinakis, que tienen más posibilidades, tienen wild card para Roland garros, Australian Open, Wimbledon y tienen las facilidades para meterse rápido.