El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, parecea tener casi asegurada la victoria en las elecciones primarias que se realizarán hoy en New Hampshire, a pesar de errores cometidos a última hora y de los ataques agudos de sus rivales, que compiten para lograr un fuerte segundo lugar y convertir la carrera en un duelo de dos contendientes.
Romney viene con la ventaja de haber triunfado -aunque estrechamente- en Iowa la primera contienda en el camino para convertirse en el candidato ante el presidente Barack Obama en las elecciones de noviembre.
Las expectativas son muy altas para el ex gobernador en el estado del noreste donde los votantes lo conocen y saben que cualquier cosa que no sea una victoria contundente sería vista como un signo de debilidad. Romney tiene una casa vacacional al lado de un lago de New Hampshire.
SEGUNDO LUGAR
Dada la ventaja de Romney, el enfoque ahora es para el segundo lugar que cualquiera podría conseguir, y por el cual Rick Santorum, Ron Paul, Newt Gingrich y Jon Huntsman pelean cerradamente.
"El segundo lugar sería un sueño convertido en realidad", dijo Santorum, ex senador de Pensilvania y acérrimo conservador social quien se quedó a ocho votos de vencer a Romney en Iowa luego de conseguir un apoyo fuerte de los cristianos evangélicos.
Romney se ha beneficiado de una oposición fracturada que le ha permitido prevalecer al frente, mientras que los sondeos muestran que tiene el apoyo de entre el 25% y 30% de los republicanos en todo el país.
Un buen desempeño en New Hampshire podría darle impulso a un candidato y consolidar el voto de los opositores a Romney con miras a la crucial elección del 21 de enero en Carolina del Sur. El conservador estado sureño tiene un sólido historial de escoger a quien al final se convertirá en el candidato republicano.
Romney es considerado vulnerable en Carolina del Sur, donde terminó cuarto en las primarias de 2008. Algunos conservadores lo ven como demasiado moderado y algunos evangélicos, un grupo fundamental entre los votantes, son precavidos con él por profesar la religión mormona. Sin embargo, sondeos recientes lo muestran como quien está a la cabeza en una competencia dividida. Una victoria en Carolina del Sur, luego de los triunfos de Iowa y, probablemente, New Hampshire, podrían convertir su nominación en algo inevitable.
Gingrich, ex presidente de la Cámara Baja, el gobernador de Texas Rick Perry "quien no está haciendo campaña en New Hampshire" y Santorum, intentan posicionarse como la alternativa conservadora ante Romney en Carolina del Sur. "Mitt Romney no puede hacer campaña de frente como un conservador", dijo Gingrich.
Gingrich, cuya campaña en Iowa fue dañada por publicidad negativa por parte de los aliados de Romney, ha prometido un tono más animoso en la contienda. Junto a sus aliados critican el trabajo de Romney como la cabeza de una firma de inversión privada, Bain Capital, en las décadas de 1980 y 1990. El lunes, dijo que Bain "al parecer saqueó" muchas de las compañías que adquirió.
EMPLEO
En el último día antes de las elecciones, Romney le dio a sus oponentes más munición para que atacar su bagaje empresarial, que él ha puesto como pieza central de su campaña para desbancar a Obama al promover su historial como generador de empleos. El candidato dijo: "Me gusta poder despedir a personas que proveen servicios para mí".
Romney se refería a la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de despedir a su proveedor de seguros de salud y contratar a otro. Pero sus opositores aprovecharon sus palabras para ganar terreno en una elección que se realiza en un ambiente de alto desempleo. "El gobernador Romney disfruta de despedir a la gente. Yo disfruto creando empleos", dijo el ex gobernador de Utah Jon Huntsman.
Por su parte, Perry publicó un tono para teléfono en el portal de internet de su campaña que consistía en Romney repitiendo una y otra vez: "Me gusta poder despedir a personas".