284 días después de que Mauricio Macri asumiera la presidencia tras una histórica elección, la economía argentina -la tercera más grande de América Latina- está en fase de diagnóstico.
Y algunos síntomas no son buenos: hay quejas de que los salarios no alcanzan, este año se prevé un recesión y el gobierno aplica un severo ajuste a las tarifas de los servicios que preocupan a los argentinos.
Macri, sin embargo, habla de buenos tiempos por venir. Y llegará a la Asamblea General de la ONU este martes pregonando un cambio de tendencia que, según él, le devolverá la prosperidad a Argentina.
Lo hace, por cierto, una semana después de recibir en Buenos Aires a 1.900 prestigiosos empresarios del mundo entero, que prometieron nuevas inversiones para al país.
Y, en un gesto de aprobación, durante la primera visita oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Argentina en 10 años.
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Aunque la insatisfacción y preocupación han aumentado con Macri, el mandatario sigue relativamente cómodo en términos de aprobación. AFP[/caption]
Lo que ha empeorado
1. La inflación
Según diversas encuestas, la mayor preocupación de los argentinos es la inflación, que según cifras oficiales e independientes supera el 40% anual.
En 2015, según agencias privadas, el alza de precios fue de 25%, aunque el gobierno de Cristina Fernández estimaba una cifra de 10%.
Expertos atribuyen el aumento de la inflación, sobre todo, a dos políticas promovidas por Macri.
Primero, la devaluación del peso en un 40% tras el levantamiento del control de cambio.
Y segundo, el fuerte aumento de las tarifas del gas, agua, electricidad y transporte, que en algunos casos ha sido desafiado en los tribunales.
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Millones de Argentina han realizado multitudinarias protestas en contra de Macri durante el llamado "tarifazo".AFP[/caption]
Ambas medidas son defendidas por el gobierno como una manera de ajustar la balanza de pagos del gobierno y reducir el déficit fiscal, que -dice- es el mayor promotor de la inflación.
De hecho, el ministro de Economía, Alfonso de Prat-Gay, informó que la inflación de agosto estuvo por debajo del 1%, una notoria baja respecto a los meses anteriores.
2. El desempleo
El desempleo de agosto de 2016 fue del 9,3%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), una cuestionada entidad gubernamental que en noviembre de 2015 registraba 5,9% de desocupación.
La cifra de agosto fue la primera que emitió el nuevo gobierno, que dijo haber reestructurado la manera como se obtiene la cifra debido a que la administración anterior supuestamente "no era trasparente".
Más allá del debate estadístico y político, que está presente en cada medición económica en Argentina, el incremento parece haber significado que medio millón de personas perdieron su trabajo.
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Macri hablará ante la Asamblea General de la ONU este martes pregonando un cambio de tendencia que según él devolverá la prosperidad. AP[/caption]
El aumento del desempleo fue atribuido al despido de más de 100.000 trabajadores públicos, que Macri atribuyó a la sobrecontratación durante el gobierno anterior.
Y a la recesión, que registró un 0,7% de contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2016, según cifras oficiales.
Esto se suma a que un 40% de los argentinos trabajan de manera informal, una práctica que agrava el panorama laboral.
Sin embargo, Macri ha dicho que le creación de empleos ha aumentado "levemente"y que, con el auge de las inversiones, seguirá subiendo.
3. La pobreza
Con una inflación desbordada y menos lugares de trabajo, era esperable que aumentara el número de argentinos que no pueden pagar sus cuentas.
Eso fue lo que reportó el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que estimó un incremento de 5% de la pobreza en los tres primeros meses de este año.
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Macri recibió en Buenos Aires a 1.900 prestigiosos empresarios del mundo entero, que prometieron nuevas inversiones para al país. REUTERS[/caption]
Con eso, casi el 35% de los argentinos se consideran pobres, una cifra que contrasta o al menos pone en entredicho una de las principales promesas de campaña del presidente: "pobreza 0".
Lo que ha mejorado
1. El déficit fiscal
Macri, que pese a lo anterior cuenta con más del 40% de aprobación según varias encuestas, dice que los frutos del ajuste ya empiezan a mostrarse.
Quizá lo primero sea que la caja del Estado esté relativamente más equilibrada.
Aunque la cifra prometida de 3,3% de déficit fiscal respecto al PIB en 2016 no se podrá lograr, el 4,2% que el gobierno proyectó esta semana para fin de año es menor que el 7% con que terminó el año pasado.
Y eso -según los expertos- puede significar que baje la inflación, que el gobierno espera reducir a 17% para fines de 2017.
2. Los créditos para las pequeñas y medianas empresas
Mucho de lo que pueden considerarse buenas noticias está por verse, pues casi un año después de haber empezado el actual gobierno es difícil hacer interpretaciones de los resultados.
Sin embargo, muchos han recibido con buenos ojos la disposición de 137.000 millones de pesos (US$9.000 millones) para impulsar la creación y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, también conocidas como pymes.
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Las medidas económicas de Mauricio Macri son criticadas por algunos sectores de la sociedad argentina como los productores agrarios. EPA[/caption]
Las pymes, que según el gobierno son el "corazón de la economía argentina", generan el 70% del trabajo privado formal en el país, según cifras oficiales.
Y esto sería una solución al desempleo y a la caída del salario real de los argentinos.
3. Las inversiones
A eso se pueden sumar las inversiones locales y extranjeras que parecen estar por llegar a Argentina.
Según Macri, en el Foro de Inversión y Negocios de Argentina la semana pasada se concretaron inversiones por US$40.000 millones.
El oficialismo atribuye esta oleada de inversiones a la confianza que genera este nuevo proceso en el ámbito internacionales, donde Argentina fue noticia a comienzos de este año por la resolución del conflicto financiero con los llamados fondos buitre, una negociación que le dio a Argentina la posibilidad de recibir préstamos del exterior después de 10 años.
Con esos créditos el gobierno espera invertir en infraestructura, salud y educación.
Eso, dice Macri, devolvería a Argentina al "camino del progreso".