Tras una larga batalla legal, las cartas privadas que el príncipe Carlos envió al gobierno británico durante una década fueron publicadas este miércoles.
En total son 27 cartas que envió a siete autoridades del gobierno.
La oficina del príncipe en la residencia de Clarence House dijo que esta decisión sólo "inhibiría" la capacidad del príncipe de expresar su preocupaciones.
La divulgación de las cartas se produce por una decisión de la Corte Suprema después de que el periódico The Guardian acudiese al máximo tribunal de justicia del país para que respondiera si la Procuraduría General había actuado de forma ilegal al impedir su publicación en 2012.
Vea las 5 cosas destacadas de las cartas:
1. Un príncipe "a la antigua" que sabía que esto podía pasar
En una carta en la que se describe como alguien "con una visión muy anticuada", el príncipe Carlos se refirió a lo que consideraba "una brecha en la enseñanza de la historia y el inglés".
En la misiva dirigida al exsecretario de Educación Charles Clarke, el príncipe dijo que detectó que en sus escuelas de verano "desafían la novedosa visión de que los profesores no deben actuar como cuerpos de conocimiento", sino como "facilitadores" o "entrenadores", una noción que, dice, "encuentra difícil de entender".
Además, el príncipe parece ser consciente de la posibilidad de que sus cartas pudieran ser publicadas en algún momento.
En una carta al ex primer ministro Tony Blair escribió: "Qué bueno volverte a ver el otro día y, como siempre, disfruté de la oportunidad de hablar sobre diferentes cuestiones. Me sugeriste amablemente que sería útil que lo pusiera por escrito - ¡si no fuera por la ley de libertad de información!"
2. Tropas "sin recursos"
En otra carta al entonces primer ministro, el príncipe dijo que se les estaba pidiendo a las Fuerzas Armadas hacer un trabajo desafiante "sin los recursos necesarios".
En aquella ocasión, hacía referencia al problema del mal funcionamiento a altas temperaturas de los helicópteros británicos Lynx, que entonces se estaban empleando en la guerra de Irak.
Y el príncipe sugería que la baja velocidad con la que se reemplazaban se debía a la presión que había por el presupuesto del Ministerio de Defensa. "Temo que este es sólo un ejemplo más en el que las Fuerzas Armadas se les pide hacer trabajos extremadamente desafiantes, particularmente en Irak, sin los recursos necesarios".
Un mes después de recibirla, Blair contesta al príncipe diciéndole que encontró su carta "constructiva y un llamado a pensar". Además, el exmandatario aseguraba que las limitaciones de los helicópteros habían sido reconocidas por el Ministerio de Defensa.
3. La Antártica, territorio británico
El príncipe Carlos quería que la exsecretaria de Cultura Tessa Jowell considerase la Antártica como territorio británico.
Tras una conversación con la primera ministra neozelandesa Helen Clark en 2005, el príncipe Carlos quería que Reino Unido ayudase a la conservación de las cabañas construidas por los exploradores Ernest Shackleton y Robert Falcon Scott en sus expediciones polares.
Pero los fondos del Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes no deben usarse en el extranjero, por lo que el príncipe Carlos escribió que "había algo llamado 'El Gobierno del Territorio Antártico Británico' que debía significar que hay algún territorio para ser 'gobernado'" en esa zona.
El príncipe recurrió en esa misiva a la aplicación "de un poco de flexibilidad imaginativa en la aplicación de esas reglas".
4. Preocupación por la merluza negra
El príncipe también mostró su preocupación por temas ambientales como los problemas de la merluza negra o bacalao austral.
En una carta enviada al ministro de Medio Ambiente Elliot Morley el 21 de octubre de 2004, alaba los esfuerzos del gobierno para combatir la "piratería y la pesca ilegal".
"Particularmente espero que la pesca ilegal de la merluza negra esté a la cabeza de su lista de prioridades porque, hasta que no se frene su comercio, hay pocas esperanzas para los pobres y viejos albatros, por los que debo seguir haciendo campaña", escribió entonces.
5. Supermercados vs. agricultores
En febrero del 2005, el principe Carlos vuelve a escribir al entonces primer ministro Tony Blair para quejarse de la "posición dominante" de las grandes cadenas de supermercados británicas, lo que a su juicio, era "el mayor problema que afectaba a los granjeros y a la seguridad de la cadena alimentaria".
En ese sentido, se refiere a "algunos ejemplos particularmente impactantes" del comportamiento de grandes cadenas de vendedores.