Muchos conocemos la historia de los antiguos griegos con el caballo de madera, pero ¿cuán bien conocemos su secuela?
"La odisea" de Homero relata lo que sucedió después del saqueo de Troya, específicamente el viaje épico de Ulises (también conocido como Odiseo) de regreso a casa.
Es ficticio, pero según los expertos proporciona información valiosa sobre la vida en la Antigüedad, incluyendo la flora y la fauna.
El retorno de nuestro héroe abarca diez años de incursiones en islas, atormentado por dioses vengativos, monstruos voraces, ninfas seductoras y raros hechizos. Es un relato clásico que ha fascinado a los estudiosos desde que fue publicado en el siglo VIII a.C.
Los investigadores han explorado el texto para hallar significados y han explicado las partes más llamativas de la historia. En algunos casos, la verdad se acerca mucho a la ficción.
Lotófagos
Una de las primeras equivocaciones en la travesía de Ulises se produce cuando fuertes vientos del norte lo desvían a la tierra de los devoradores de loto o lotófagos.
Los marineros disfrutan tanto de la delicia local que se olvidan de volver a casa y Ulises tiene que arrastrarlos de vuelta a los barcos. Hay varias teorías de lo que podría ser el loto, por ejemplo vino fuerte u opio.
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¿Es posible que Ulises haya comido estas frutas, Diospyros lotus?[/caption]
Otro contendiente es una planta llamada Diospyros lotus, nombre científico que significa "fruto de los dioses". Las frutas son redondas y amarillas y se dice que tienen el sabor del cruce entre un dátil y una ciruela.
En su libro "La búsqueda del loto" (The Lotus Quest), el experto en plantas Mark Griffiths identifica la fruta de Homero como el Ziziphus lotus, una especie vegetal que, según se dice, tiene propiedades psicoactivas.
Los expertos consideran otra posibilidad: el nenúfar (Nymphaea sp.) que crece a lo largo del río Nilo.
El consumo de la planta induce a un estado de apatía pacífica y en algunos países europeos hoy se clasifica como una sustancia prohibida.
Todavía queda por discutir si su reputación era suficiente para que Homero pudiera percatarse de ello desde la otra orilla del Mediterráneo.
Cíclopes
Buscando suministros en otra isla, Ulises y algunos de sus tripulantes se encuentran con Polifemo, un gigante que devora hombres. Varios marineros perecieron antes de que Ulises finalmente lograra cegar al monstruo clavándole una estaca en su único ojo.
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Polifemo era un gigante que comía humanos. ¿Quizás inspirado en un elefante enano?[/caption]
En los mamíferos, la condición ciclópea es un trastorno congénito en el que las órbitas de los ojos no se desarrollan en dos cavidades separadas.
Las complicaciones asociadas al cerebro, la nariz y el sistema respiratorio significan que pocos nacidos con la enfermedad sobreviven.
Como agricultores, los antiguos griegos habrían explorado el paisaje y podrían haber hecho algunos descubrimientos inusuales.
En particular, los cráneos de elefantes enanos y mamuts tienen una cavidad nasal ampliada que podría haberse confundido con el único orificio ocular de un enemigo bestial.
"Las cuevas de las islas contienen los fósiles desconocidos de mamuts enanos, rodeados por montones de huesos de mamíferos que en la antigüedad fueron tomados como huesos de las víctimas del gigante de un solo ojo", dice la historiadora Adrienne Mayor de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, quien sugiere que los restos fosilizados de especies antiguas podrían haber inspirado a Homero.
La magia de Circe
Cuando son arrastrados hasta la hechicera Circe, los aventureros son drogados y encerrados como cerdos. Afortunadamente Ulises es protegido de su hechizo comiendo una hierba santa llamada moly.
Los botánicos apuntan a la hierba jimson (Datura stramonium) como el ingrediente que hace que los marineros actúen tan extrañamente.
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El estramonio contiene alcaloides tóxicos.[/caption]
La planta está relacionada con la belladona y la mortaja, y contiene alcaloides tóxicos que bloquean los neurotransmisores en el cerebro.
Si se ingiere, provoca alucinaciones, delirio y amnesia, mientras el cerebro enfrenta dificultades para enviar y recibir mensajes.
Homero es muy específico en su descripción de moly: tiene una raíz negra y una flor blanca.
Pero eso en sí no es una combinación rara, por lo que ha habido mucha discusión sobre su identidad.
Basado en su capacidad de neutralizar los platos con la droga de Circe, los investigadores creen que la campanilla de invierno (Galanthus nivalis) es otro candidato muy probable.
Se sabe que la flor crece en la región.
Ahora se utiliza en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y la demencia, ya que puede ayudar a equilibrar los productos químicos en el cerebro.
Escila, el monstruo marino
Los marineros encaran adversarios aún más terribles cuando pasan por un estrecho canal.
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Los calamares gigantes no son comunes en el Mediterráneo.[/caption]
Se enfrentan a Escila, un desafiante monstruo de múltiples cabezas. Homero describe a esta bestia de las cavernas como poseedora de 12 piernas y seis cuellos, cada uno con una cabeza feroz que devora hombres y exhibe tres filas de dientes.
Con el tiempo Escila se ha confundido con el kraken (una criatura de la mitología escandinava que se describe como un pulpo o calamar gigante), pues todos esos cuellos y piernas podrían ser, después de todo, tentáculos.
Pero el calamar gigante es una rareza en el Mediterráneo y, además, Escila vive en una cueva a medio camino de un acantilado, que no es lugar para ninguna especie de océano.
Aristóteles registró una serpiente de dos cabezas en el año 350 a. C. Aunque la condición es a menudo limitante de vida para los animales salvajes, es posible que Homero haya oído hablar de ella o incluso la haya presenciado.
Luego está el uso de serpientes como armas biológicas. Hay al menos un registro histórico de serpientes que fueron soltadas por Aníbal durante una batalla naval contra las fuerzas del rey Eumenes de Pérgamo.
"El poeta combinó hábilmente marineros estresados,
nuestro malestar con una característica biológica inusual
y la amenaza de serpientes para crear un monstruoso cóctel"
Aunque no se conoce el monstruo Escila, el poeta combinó hábilmente marineros estresados, nuestro malestar con una característica biológica inusual y la amenaza de serpientes para crear un monstruoso cóctel.
Caribdis
Frente a Escila, Odiseo y su tripulación encuentran a Caribdis. Este torbellino monstruoso regularmente traga agua de mar y cualquier cosa que navega por el lugar.
Podría sorprenderte saber que Caribdis fue marcado en cartas navales en el siglo XIX, entre el extremo noreste de Sicilia en el Estrecho de Messina. El estrecho pasadizo es bien conocido por sus fuertes vientos y corrientes.
Pero es la actividad de las mareas que lo convierte en un reto para los marineros.
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Ulises y su tripulación se toparon con un remolino gigante, como éste.[/caption]
Dependiendo de la actividad de las mareas, aparecen remolinos. Según los oceanógrafos, uno de los mayores se desarrolla en Punto del Faro, lugar donde Caribdis fue históricamente ubicado.
Aunque estos peligros son navegables para la mayoría de las embarcaciones modernas, habrían sido más riesgosos en la época de Homero.
Rebaños del Dios del Sol
Ulises y su tripulación finalmente arriban a la isla de Trinacia, donde el Dios del sol -Helios- pasta su ganado.
Estos animales son sagrados, pero eso no impide que la tripulación temeraria los cace cuando sus suministros se agotan.
Los académicos han sugerido que la isla podría ser la Sicilia actual.
Hay evidencia tanto de ganado domesticado como de sus parientes salvajes, los uros o bisontes (Bos primigenius) en los sitios neolíticos del lugar, según el historiador Jeremy McInernery, de la Universidad de Pennsylvania, EE.UU.
De estas dos especies, el uro salvaje es el más llamativo. Medía 1,5 metros hasta la parte más alta de su lomo y ciertamente tenía la "frente amplia" y grandes "cuernos curvos" descritos por Homero.
"Antes de que la moneda llegara a Grecia en el siglo VI, el ganado era una medida primaria de riqueza. Al igual que otras sociedades pastorales, los griegos valoraron la riqueza ganadera: de ahí el énfasis puesto sobre el ganado en los poemas épicos", dice McInerney.
El castigo por disponer del ganado sagrado es, por tanto, apropiadamente brutal.
Zeus destruye las naves y los marineros con un rayo y solamente Ulises sobrevive para contar su relato épico.
Evidentemente, todavía hoy estamos aprendiendo de él.