La noche en que ocurría en Iguala una de las peores tragedias de los últimos años en México, el alcalde de la ciudad, José Luis Abarca Velázquez, bailaba con su esposa en una fiesta.
Ese viernes 26 de septiembre desaparecieron 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, después que policías del municipio y un grupo armado les dispararon. Seis personas perdieron la vida en los ataques.
Pero el alcalde no se enteró, o al menos eso dijo: después de bailar con su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, la pareja se fue a dormir.
Cuando en el país creció el escándalo por la agresión a los estudiantes, Abarca Velázquez solicitó una licencia para dejar el cargo… Y luego desapareció junto con su esposa y el jefe de la policía.
Ahora el exfuncionario es acusado de homicidio y la Procuraduría (Fiscalía) General de la República (PGR), lo busca por la desaparición de los estudiantes.
La investigación incluye a María de los Angeles, hermana de uno de los líderes de la banda Guerreros Unidos a la que las autoridades responsabilizan de las agresiones.
NUEVOS RICOS
En Iguala no sorprendieron las acusaciones, pues desde hace varios años Abarca Velázquez y su esposa han estado envueltos en la polémica.
El ex alcalde es un comerciante que vendía sombreros de palma y huaraches (sandalias de piel) en mercados sobre ruedas, pero en poco tiempo se convirtió en distribuidor de joyas.
De hecho construyó la plaza comercial más grande de la ciudad. Algunos medios como MVS señalan que en el Registro Público de la Propiedad de Guerrero aparecen 17 inmuebles a nombre de Abarca Velázquez.
El súbito crecimiento de la fortuna del ex alcalde causó suspicacias, aunque algunos la relacionan con la familia de su esposa, hermana de Marco Alberto y Marco Antonio Pineda Villa, asesinados en 2009 y quienes de acuerdo con la PGR formaron parte del cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
Además, el diario El Universal, con base en un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) afirma que el ex alcalde se vincula al fallecido Arturo Beltrán Leyva.
Sin embargo, en 2012 el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), postuló a José Luis Abarca como su candidato a la alcaldía de Iguala, que ganó en las elecciones de ese año.
Ahora, en la polémica por el asesinato y desaparición de los estudiantes, el presidente del PRD, Carlos Navarrete, reconoció que se equivocaron con apoyar al ex alcalde.
"Los perredistas asumimos nuestro error y ofrecemos al pueblo de Guerrero nuestras disculpas, y pedimos su perdón", dijo. Pero algunos compañeros de su partido, como la senadora Dolores Padierna, creen que no es suficiente con las disculpas.
"Hay que ir a fondo y castigar no sólo al alcalde de Iguala sino a la esposa y a todo el núcleo de delincuentes, mafioso, que operaba en ese gobierno", advirtió.
BBC Mundo intentó hablar con algunos regidores del Ayuntamiento de Iguala, pero no estuvieron disponibles para la entrevista. Contrastar las críticas con el exalcalde tampoco fue posible.
"PAREJA IMPERIAL"
Muchos afirman que en Iguala gobernó una "pareja imperial", como señaló la periodista Lydiette Carrión en El Universal.
Y es que María Pineda Villa acompañaba a su marido en la mayoría de sus reuniones y eventos públicos. Oficialmente la mujer era la presidenta del Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia del municipio.
Pero algunos como el síndico administrativo Justino Carbajal Salgado decían que ella tomaba muchas decisiones que correspondían al alcalde.
Carbajal Salgado, por cierto, fue asesinado en su casa en marzo de 2013 por un grupo de desconocidos.
A pesar de las críticas, la esposa del alcalde se preparaba para sucederlo en el cargo, e incluso la fiesta del 26 de septiembre, cuando desaparecieron los 43 estudiantes, era el inicio de su campaña política.
Ya no pudo ser. El 30 de septiembre pasado desapareció junto con su marido. La PGR dice que no han abandonado el país, pero se encuentran fuera de Guerrero.
"Tenemos gente que está tras él", dijo el director de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón Lucio.
BARBARIE
Pero los señalamientos de gobernar en pareja no es lo más grave que enfrenta el ex alcalde.
El 30 de mayo de 2013 fueron secuestrados cinco miembros de la organización civil Unidad Popular, quienes habían organizado una marcha para exigir a José Luis Abarca la entrega de fertilizante para sus cultivos.
Días después aparecieron los cuerpos de tres de los secuestrados, entre ellos Arturo Hernández Cardona, líder de la asociación. Un sobreviviente del plagio acusó al exalcalde de disparar al activista con una escopeta.
José Luis Abarca negó varias veces las acusaciones y siguió en su cargo, al igual que su esposa.
Pero la viuda del activista, Sofía Lorena Mendoza Martínez, quien es regidora del Ayuntamiento, denunció el crimen, e incluso la Fiscalía General del Estado inició una investigación por el caso.
Nada pasó, hasta ahora, que la PGR asumió el caso de la desaparición de los 43 estudiantes.
Demasiado tarde, dice René Bejarano, líder de Izquierda Democrática Nacional (IDN), una corriente política del PRD.
Si hace un año las autoridades hubieran atendido la denuncia, la tragedia no hubiera ocurrido, insiste Bejarano.
En eso parece coincidir el procurador General, Jesús Murillo Karam. "¿Se podía haber evitado?", comentó a Noticias MVS.
"La verdad digo, con toda franqueza: nunca me imaginé que pudiera hacerse una barbaridad del tamaño de lo que se hizo".