Fue la primera intervención determinante del arbitraje asistido por video y la decisión fue mala.
Así será recordado el árbitro húngaro Viktor Kassai, quien pitó un penal en favor del Kashima Antlers durante la semifinal del mundial de clubes frente a Atlético Nacional tras ver la repetición de la jugada en video.
El colegiado paró el juego en el minuto 31 de la primera parte tras una jugada en el área en el que los jugadores japoneses pidieron una falta y luego que fuera advertido por los árbitros asistentes de vídeo (AAV), el sistema que la FIFA está ensayando por primera vez en el mundial.
Kassai se acercó a la banda del campo y vio la repetición de la falta cobrada por el conjunto local y la falta que cometió el colombiano Orlando Berrío sobre Daigo Nishi, pero lo que no se percató es que el jugador del Kashima estaba en posición adelantada.
La infracción en el área fue clara, pero nunca debió contar ya que el fuera de juego ocurrió antes que el contacto de Berría con Nishi.
El penalti, transformado por Doi Shoma, abrió la cuenta en el marcador y fue determinante en el resultado del partido, que terminó perdiendo el conjunto sudamericano 3-0.
Con su triunfo, el Kashima se convierte en el primer equipo japonés y primero asiático en llegar a la final del mundial de clubes, donde enfrentará al ganador del partido de este jueves entre el Real Madrid español y el América de México.