Miles de personas han muerto o han perdido su hogar en el continente a causa de los terremotos.
Durante los últimos 50 años, miles de personas han perdido la vida en terremotos en América Latina.

Los avances tecnológicos sólo han alcanzado a reducir ligeramente el número de muertos, pero la magnitud de los desastres continúa imperturbable.

A continuación le ofrecemos un recuento de los peores terremotos registrados en la región a partir de 1960.

COSTA RICA: 9 de enero de 2009
Al menos 34 personas murieron en un sismo de clic 6,2 grados en la escala de Richter, con epicentro a 32 kilómetros de la capital, San José. Se trató del temblor más intenso en las cercanías del volcán Poás en los últimos 150 años.

PERU: 15 de agosto de 2007
Un terremoto de 7,9 grados cuyo epicentro se situó en la costa central del país, a unos 45 kilómetros de Chincha Alta, causando la muerte a 519 personas y dejando a más de 300.000 sin hogar.

MEXICO: 19 de septiembre de 1985
Un terremoto golpeó la capital mexicana en 1985 y dejó un saldo de al menos 9.500 personas muertas.

GUATEMALA: 4 de febrero de 1976
El país centroamericano fue sacudido por un sismo de 7,6 en la escala de Richter. Se calcula que aproximadamente 25.000 personas perdieron la vida.

NICARAGUA: 23 de diciembre de 1972
Hasta 10.000 personas mueren en la capital nicaragüense, Managua, a causa de un terremoto que mide 6,5 grados.

PERU: 31 de mayo de 1970
Un terremoto en los Andes peruanos provoca un desprendimiento de tierra que entierra la ciudad de Yungay y mata a unas 66.000 personas.

CHILE: 22 de mayo de 1960
El "terremoto de Valdivia" fue el mayor movimiento telúrico jamás registrado: marcó 9,5 grados en la Escala Richter y dejó más de 2.000 muertos.

A consecuencia del temblor, se generaron varias olas gigantes o tsunamis que borraron del mapa a ciudades enteras de la costa chilena y causaron víctimas mortales a cientos de kilómetros de distancia: 138 muertos en Japón, 61 en Hawaii y 32 en Filipinas.

Chile es uno de los países en que ocurren anualmente más temblores, debido a que gran parte de su territorio está expuesto al constante choque de las placas tectónicas de Nazca y de Sudamérica.