Tras cuatro años de un sostenido debilitamiento económico, incluidos los últimos dos ejercicios en recesión, la actividad en América Latina se acelerará en 2017, aunque con un crecimiento que se ubicará por debajo del potencial, según las estimaciones de BBVA.

En la actualización de su informe trimestral, el banco español proyecta que el PIB de la región -que incluye a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, México, Uruguay y Venezuela- se expandirá en 1% este año y 1,7% el que viene.

"2017 va a ser un año de inflexión en el sentido que marcará el fin de cuatro años de desaceleración del crecimiento en la región", aseguró Juan Ruiz, economista jefe para América del Sur.

El experto precisó que el mayor dinamismo se explicará por dos factores: el primero, el empuje del sector externo, que estará alentado por el efecto positivo de la depreciación de las monedas, la recuperación de las materias primas y el mejor desempeño de la economía global; y el segundo, el impulso de la inversión, especialmente en Argentina, Perú y Colombia.

A pesar de este repunte, Ruiz advirtió que un avance de 1% se ubica por debajo del crecimiento de los mercados desarrollados y lejos del PIB potencial del bloque cercano a 3%.

Divergencia norte/sur

Un punto destacable del reporte es el contraste entre las subregiones, específicamente entre América del Sur y México, lo que se ve en los índices de confianza de los hogares y de las empresas. En las economías al sur del Canal de Panamá, estos indicadores han mostrado recientemente una mejora, aunque todavía permanecen en territorio negativo (la excepción es Perú).

En tanto, los niveles de confianza en la potencia del norte, se desplomaron tras la elección de Donald Trump, golpeando las expectativas para la actividad, lo que llevó a BBVA a recortar sus estimaciones en 1,3 puntos porcentuales para los siguientes dos ejercicios. Ningún otro país sufrió una rebaja tan fuerte en sus pronósticos.

"Hay una marcada diferencia entre lo que es la dinámica de América del Sur y la dinámica de México cuando uno compara el crecimiento de 2016 frente al de 2017", declaró Ruiz.

En el primer caso, la economía regional retornará a cifras positivas después de dos ejercicios en contracción, mientras que el PIB de México se frenaría bruscamente para anotar su nivel más bajo desde la crisis de 2009.

La inflación y las tasas de interés también exhibirán una dicotomía entre ambas zonas, con las variables disminuyendo en el sur y aumentando en el norte.

Principales riesgos

Con todo, Ruiz advirtió que la mayor incógnita hacia adelante se relaciona con la trayectoria de la política económica de Estados Unidos y su impacto a nivel global.

En cuanto a China, afirmó que ve un elemento de vulnerabilidad, pero que "la percepción de riesgo está amainando levemente".