El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a adoptar nuevas medidas para apuntalar a la economía de la zona euro, dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, en un discurso ante el Parlamento Europeo donde admitió que los riesgos han crecido. Asimismo, aseguró que el banco es consciente de los crecientes problemas bancarios.
Destacando la iniciativa del BCE del miércoles con otros bancos centrales de proporcionar liquidez en dólares -que recordó la crisis financiera del 2008-, Draghi dijo que el banco se aseguraría de que la inflación no se quedara por debajo de su objetivo ni tampoco lo superase.
Los mercados leyeron estas declaraciones y la advertencia de crecientes riesgos a la baja en las perspectivas económicas como un anticipo de un posible segundo recorte en las tasas de interés oficiales en la reunión de la próxima semana del BCE, lo que llevó al euro a un mínimo de sesión.
"La política monetaria del BCE está guiada constantemente por el objetivo de mantener la estabilidad de precios en la zona euro a mediano plazo, y esto se aplica a la estabilidad de precios en ambas direcciones", dijo Draghi.
"Los riesgos bajistas para las perspectivas económicas han aumentado", reconoció. Draghi subrayó que estaba hablando en el período previo a la reunión del BCE y que nada de lo dicho debía interpretarse en términos de futuras decisiones políticas.
Pero muchos inversores leyeron los comentarios como un incremento de las posibilidades de un recorte de tipos la próxima semana sobre el que los analistas se han dividido.
"Estos comentarios abren las posibilidades de un recorte de tasas", dijo Jeremy Stretch, jefe de estrategia cambiaria de CIBC World Markets.
Mientras los políticos europeos avanzan hacia lo que una alta autoridad ha calificado de 10 días cruciales en los quepueden salvar al euro, Draghi hizo un llamado para una "amplia profundización" de las relaciones fiscales.
"Lo que creo es que nuestra unión económica y monetaria necesita un nuevo acuerdo fiscal: una reformulación fundamental de las normas fiscales junto con los compromisos fiscales mutuos que los gobiernos de la zona euro han hecho", dijo.
"Nos podrían preguntar cómo un nuevo diseño fiscal puede bastar para estabilizar a los mercados y cómo una visión creíble a más largo plazo puede ayudar a corto plazo. Nuestra respuesta es que es definitivamente el elemento más importante para empezar a recuperar la confianza", declaró.
Alemania y Francia han prometido presentar propuestas para una mayor integración fiscal de la zona euro en una cumbre el 9 de diciembre, un día después de que el BCE se reúna.