El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constancio, insistió hoy en que la reestructuración de la deuda griega es "un último recurso" y consideró que si Grecia prosigue con los ajustes pactados en su programa de rescate podrá evitar "lo peor".
Constancio hizo estas declaraciones durante una conferencia celebrada en Bruselas, en la que repitió que "la reestructuración tendría enormes consecuencias para el país".
Las declaraciones del vicepresidente del BCE contrastan con el giro adoptado recientemente por los líderes europeos, que ya comienzan a barajar algún tipo de "reestructuración suave" de la deuda del país, entendida como un alargamiento del plazo de amortización de los bonos que sería voluntaria para los inversores.
Sin embargo, Constancio repitió hoy que una reestructuración en el caso de Grecia acarrearía consecuencias "incluso más importantes" que en otros países, debido a que es un país desarrollado y forma parte de la unión monetaria, lo que aumentaría las posibilidades de contagio.
Asimismo, Grecia afrontaría mayores rebajas de la calificación de su solvencia, dificultades en el sector bancario para financiarse y financiar a la economía real y profundas recesiones, a juicio del vicepresidente del BCE.
"Sólo hay que mirar a los ejemplos históricos de los países que, al final, como último recurso, han tenido que reestructurar su deuda", según Constancio, quien explicó que "no ha habido reestructuraciones en economías avanzadas al menos desde la Segunda Guerra Mundial".
Y precisó que "hasta ahora, la conclusión del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea " es que la deuda de Grecia será sostenible si cumple los ajustes, reformas y privatizaciones pactados.