Si le preguntan a Beatriz Sánchez por las definiciones de su candidatura, ella, un domingo a las nueve de la noche en el barrio Brasil, de jeans parchados y chaqueta oscura con cuello Mao, responde desde el escenario montado por el Frente Amplio: "Hoy se habla del primer gobierno feminista de la historia de Chile, y cada día son más los hombres y mujeres que entienden de qué estamos hablando".
Son ahora las siete y media en Martínez de Rozas 2124, el sitio escogido por la periodista para leer su discurso con los resultados de las primarias en mano. En la calle, mientras se instalan las cámaras, los micrófonos cambian de baterías y flamean algunas banderas de Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista, el domingo toma la forma de la paciencia. Hay más reporteros que simpatizantes del Frente Amplio. La música tampoco ayuda a hacerse una idea del evento en medio del barrio Brasil: dos canciones de música house: "Esa magia", de Bruno From Ibiza & Deep & Wide, y luego "Got 2 B U", de Solar House.
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Veinticinco minutos después, Beatriz Sánchez se baja de un vehículo con el puño en alto. Celebra frente a la prensa, que la sigue como una manada en plena cacería, su triunfo en las primarias. "Otra vez, por favor", gritan los fotógrafos. La candidata accede. Su rostro está conformado para expresar victoria, la sonrisa ensayada, la actitud de alguien que en las urnas dobló a su oponente más directo, el sociólogo Alberto Mayol, pero que fue superada por Manuel José Ossandón, quien sumó más votos que todo el pacto del Frente Amplio junto.
Hace unos meses, cuando dejó el periodismo para tomarse las calles en busca de firmas, Sánchez se unió a dos de los congresistas con más proyección y mayor aprobación en las encuestas. Gabriel Boric y Giorgio Jackson, ambos rostros visibles del Frente Amplio, sumaron fuerzas con Sánchez en la búsqueda de firmas para inscribir su candidatura en el Servel. De vuelta al domingo, cuando suena "Tus besos son", de Chico Trujillo, ambos diputados escoltan a la candidata hasta el escenario preparado para las cámaras de televisión. "Viene Mayol", se escucha entre las filas. "No pasa nada/ si todos los corruptos se van en cana/ siempre consciente/ construyendo el poder de la gente", gritan los simpatizantes que se mezclan con los vecinos que miran desde sus puertas y otros curiosos.
Sobre el escenario, Sánchez está escoltada por su esposo, Pablo Aravena y cuatro hijos más un grupo de simpatizantes. Dice que es un día histórico para Chile y lee un discurso impreso en hojas sueltas. "Hoy se habla de aborto como un derecho y no solo como una excepción. Hoy se habla de sacar a las Isapres del negocio, no solo mejorar Fonasa para los que no alcanzan a pagar", dice.
"Hoy se habla de reestructurar el sistema tributario para que sean los híper ricos y solo los híper ricos los afectados para financiar la ampliación de los derechos sociales. Hoy sabemos que es simplemente inaceptable perfeccionar el negocio de las pensiones… porque las pensiones no pueden ser un negocio", agrega.
Sánchez termina cuando los aplausos y también los gritos de campaña inundan la calle. "Con fuerza y esperanza/ el Frente Amplio avanza", dicen sus seguidores, en su mayoría adolescentes y menores de treinta y cinco años. "Oye, están buenos pa jugar a la pelota", dice uno de los simpatizantes sobre los petos blancos de su campaña que dicen "Beatriz presidenta". "¿Viste que en lo de Piñera regaban completos y en lo de Mayol había café?", se queja del frío una colega.
"¿Cómo están, qué tal?", aparece sorpresivamente el derrotado Alberto Mayol. "Hoy tenemos un Frente Amplio más robusto, más fuerte y más grande, y tenemos a la lideresa a cargo", dice visiblemente relajado.
"Dijimos que este camino terminaba en La Moneda", continúa el sociólogo, más enfático: "Hoy sabemos que es Beatriz quien va a encabezar ese proceso y estamos encantados de sumarnos a todo lo que necesite".
Ahora es el turno de Gabriel Boric, que habla golpeado y sin papeles: "Tenemos que mirar a los ojos a nuestros adversarios. Tenemos que mirar a los ojos a la derecha económica y a la derecha política. Y a los que sin decir serlo, han jugado y administrado sus ideas durante los últimos veintitrés años. Me refiero claramente a la Concertación y la Nueva Mayoría. A todos ellos, quienes han privatizado este país, a todos ellos quienes han hecho de nuestros derechos un negocio, tenemos que decirles fuerte y claro que les vamos a competir en todos y cada uno de los lugares de Chile", dice el diputado.
Giorgio Jackson también habló: "A diferencia de lo que muchos quieren instalar, porque nos tienen miedo, nos tienen temor, acá lo que estamos poniendo por delante es la voluntad de las grandes mayorías despojadas y no de grupos marginales como nos quieren tratar de hacer ver".
Según el congresista, el desafío de la coalición es convocar a "un proyecto político de transformación".
Con miras a las elecciones de noviembre próximo, Sánchez sorprendió en la medición de la última encuesta Cadem al imponerse por primera vez al candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier. La candidata del Frente Amplio alcanzó un 11% de las preferencias, mientras que el senador retrocedió 3 puntos respectos de la medición anterior, llegando a un 9%.
En ese sentido, según explicó Jackson a los medios: "Tenemos que salir a convocar a ese enorme porcentaje de chilenos que hoy día no se sienten representados por las coaliciones tradicionales".
El sondeo también registró que Sebastián Piñera continúa liderando la carrera presidencial con un 22%, mientras que el resto de los candidatos que siguen en carrera —Carolina Goic (DC), Marco Enríquez Ominami (PRO), José Antonio Kast (IND) y Franco Parisi (IND)— alcanzó apenas el 1% de intención de voto.
"¿Hasta cuándo les vamos a aguantar que son ellos y solo ellos los que deben mandar, porque se las saben todas?", se pregunta Beatriz Sánchez en medio de un silencio respetuoso. Ella misma responde, al cierre: "No, ya fracasaron. Y fracasaron muchas veces. Fracasaron al hacer sistemas de transporte, reformas tributarias, censos, puentes, sistemas de pensiones, y podríamos seguir por horas. Por eso creo en la gente, confío en la gente. Y con el poder de la gente vamos a derrotar el poder del dinero".