La U igualó 2-2 con Estudiantes de la Plata. Ofensivamente, el cuadro azul mostró, a ratos, buenas armas. El problema, evidente por cierto, estuvo en la faceta defensiva. Y no sólo en torno a los iniciales tres zagueros (Gonzalo Jara, Christian Vilches y Alejandro Contreras) que planteó Sebastián Beccacece.

A los azules les llegaron con facilidad y eso en gran parte fue culpa de las transiciones defensivas. Porque, es cierto, quedó manifiesta la intención de salir a presionar bien arriba, intentando ahogar la salida de los argentinos. Los yerros vinieron cuando, en posición de ataque, les contragolpeaban. El reordenamiento estuvo lejos de asomarse por el Nacional.

Y otra vez, como en todos los partidos de la pretemporada, al elenco estudiantil le convirtieron. Los mismos pecados del paupérrimo primer semestre apareción en el equipo del ex ayudante de Jorge Sampaoli. "Evidentemente falta, pero aún hay tiempo para trabajar", analizó Johnny Herrera tras el cotejo. El meta sabe que la máquina universitaria aún no está bien aceitada.

En la interna del plantel sienten que conforme transcurra el tiempo, se notarán mejorías. Una de las razones que se esgrimen es que recién van tres partidos y, por ejemplo, anoche actuaron desde el arranque cinco de los refuerzos y aún no se conocen a cabalidad.

Siempre en materia defensiva, la U mejoró cuando Beccacece decidió plantar una línea de cuatro zagueros. Jara quedó como lateral izquierdo, Viclhes y Contreras como centrales y Rodríguez por la zona derecha. Ahí los espacios para los ataques rivales se redujeron y ya no les pillaron las espaldas tan desprevenidas.

Los azules tendrán un último apretón el próximo fin de semana, cuando enfrenten en un amistoso a Peñarol, el sábado en el Estadio Nacional. El DT estudiantil sabe que no tiene margen, por lo que deberá afinar los trabajos, sobre todo los que apuntan a evitar goles rivales.