Beijing está inmerso en una niebla tóxica (esmog). La contaminación en la capital alcanzó ayer niveles considerados peligrosos, hasta el punto de que el gobierno instó a la gente a que no salga a la calle. Los colegios en algunos distritos de la capital recibieron la orden de cancelar las actividades en el exterior, como la izada de la bandera y las clases de gimnasia. La visibilidad es de unos pocos cientos de metros. Las autoridades han advertido que la situación continuará siendo grave hasta hoy, probablemente.

El Centro Municipal de Control Medioambiental aseguró en su página web que la densidad de partículas finas o PM2,5 -las que miden 2,5 micras o menos de diámetro (las más dañinas para la salud)- ha alcanzado 700 microgramos por metro cúbico en muchas partes de la ciudad, un nivel considerado muy peligroso.

Se califica la calidad del aire como excelente cuando el índice es menor de 50, y buena cuando es menor de 100. Por encima de 300, es considerado peligroso. Ayer, Beijing superó gran parte del día este valor. De ahí que el gobierno municipal haya aconsejado a las personas mayores, niños y quienes sufren enfermedades respiratorias o cardiovasculares que eviten salir afuera o hacer ejercicio enérgico. El valor de PM2,5 llegó a 886 microgramos a las 20 horas, según las mediciones de la embajada de EE.UU.

El esmog cubrió ayer también grandes extensiones del este y el centro del país, y obligó a cerrar numerosas autopistas y retrasar vuelos en varias provincias, según la agencia oficial Xinhua. El plan de emergencia, puesto en marcha el domingo en Beijing, incluye la retirada de la circulación de vehículos gubernamentales, para disminuir un 30% su uso, así como instrucciones a los responsables de las obras en la capital, para que minimicen la producción de polvo, y de las fábricas, para que reduzcan las emisiones o paralicen sus faenas. Al mismo tiempo, aconseja a los habitantes que permanezcan en el interior y utilicen el transporte público si deben salir.

La calidad del aire en China se encuentra entre las peores del mundo, según diversas organizaciones internacionales, debido al consumo de carbón en sus centrales de energía y las emisiones de los autos. China se erigió en 2009 en el mayor mercado automovilístico del mundo. Se estima que es responsable del 25% del dióxido de carbono generado por el ser humano.

La nube tóxica ha disparado las dolencias respiratorias y cardíacas. El hospital Shijitan afirma que el departamento de enfermedades respiratorias ha recibido un 20% más de pacientes que de costumbre, con problemas como bronquitis y asma.

Así como las redes sociales bullen estos días con ataques al gobierno por los altos niveles de contaminación en la capital, la prensa oficial se sumó ayer al descontento y ha cuestionado el rápido ritmo de crecimiento del país. "Si continuamos con esta vía de desarrollo, en lugar de ajustarla, el daño a largo plazo será grave", señala en un editorial el diario Tiempos Globales -vinculado al Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista de China (PCCh)-. "La elección entre desarrollo y protección medioambiental debería hacerse por métodos verdaderamente democráticos", añade el periódico, que pide más transparencia al gobierno sobre los datos de la contaminación.

El diario China Daily insiste en la misma línea: "En medio del rápido proceso de urbanización, es urgente que China piense cómo puede seguir adelante este proceso sin comprometer la calidad de la vida en las ciudades, con un entorno de vida cada vez peor".