El Papa Benedicto XVI afirmó que Europa "necesita reencontrarse con Dios" y que los países centroeuropeos están atravesando un momento difícil, ya que a las consecuencias del "largo invierno comunista ateo se suman ahora los efectos nocivos del secularismo y consumismo occidental".
Ante unas 15.000 personas, que asistieron en la plaza de San Pedro a la audiencia pública de los miércoles, hizo estás declaraciones a raíz de su reciente viaje a República Checa, donde los católicos son el 29% de la población y los ateos o indiferentes a la religión son el 66%.
El Obispo de Roma consideró la visita una "peregrinación", "porque Bohemia y Moravia son desde hace mil años tierra de fe" y una "misión", "porque Europa necesita reencontrarse con Dios, base de la esperanza".
La mayor parte de sus encuentros con el mundo político y religioso los realizó en el Castillo de Praga, que engloba la catedral de San Vito y las dependencias del Gobierno, una cercanía que demuestra señaló que el ámbito religioso y civil pueden vivir en "armónica cercanía".
DICTADURA
El Papa subrayó que su visita coincidió con el vigésimo aniversario de la caída del comunismo y de la "Revolución de terciopelo" checa y manifestó que propuso una formación integral, basada en la unidad del conocimiento de la verdad, "para contrarrestar una nueva dictadura, la del relativismo combinada con el dominio de la técnica".
"La cultura humanista y la científica no pueden estar separadas, son dos caras de la misma moneda y ello nos lo recuerda la tierra checa, patria de grandes escritores como Kafka y del abad Mendel, pionero de la genética moderna", comentó.