Benedicto XVI abandonó el hospital de Aosta, en la región alpina del Valle de Aosta, donde fue sometido hoy a una operación para reducirle la fractura en la mano derecha que se produjo al resbalarse en su habitación del chalé de Les Combes, donde pasa unos días de vacaciones.
El Papa, que llevaba la muñeca derecha inmovilizada con un aparato hecho de fibras de vidrio, que tiene las mismas funciones que la escayola, fue dado de alta a media tarde, tras permanecer seis horas en el centro sanitario.
El Papa Ratzinger, de 82 años, presentaba buen aspecto a su salida del hospital.
El Obispo de Roma saludó con la mano izquierda a las numerosas personas que le esperaban, a la vez que sonreía. Minutos después subió a un automóvil, que le trasladó a Les Combes, donde proseguirá las vacaciones de verano.