"Su título podrá ser el que se ha utilizado hasta ahora: Su Santidad Benedicto XVI", con estas palabras el presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Francesco Coccopalmerio, terminó con una de las dudas que había sobre el tratamiento que se le daría a Joseph Ratzinger tras su renuncia. Coccopalmerio además explicó que luego de dejar el cargo, el actual Papa no volverá a ser cardenal sino que obispo emérito de Roma.
"Análogamente a lo que sucede en el caso de los obispos que concluyen su ministerio y se llaman obispos eméritos, creo que se puede decir que el papa al renunciar es, a su vez, obispo emérito de Roma", dijo Francesco Coccopalmerio en entrevista con el diario italiano Corriere della Sera.
El prelado además dijo que al publicar un "motu proprio", documento en el que podría precisar algunos puntos de la Constitución Apostólica, Benedicto XVI podría dejar establecido cómo debe desarrollarse el cónclave que elegirá a su sucesor y permitir que se adelante el proceso.
La Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis", indica el comienzo de un cónclave entre 15 y 20 días después del inicio de la llamada "Sede Vacante" para dar tiempo a los cardenales electores a llegar a Roma, lo que podría cambiar si el pontífice hace alguna precisión antes de dejar su cargo.
Al respecto, el pasado miércoles el portavoz vaticano Federico Lombardi, explicó que Benedicto XVI está estudiando la posibilidad de publicar un "motu proprio".