En 2006 fue el primer año en que los alumnos de educación superior pudieron acceder al Crédito con Aval del Estado (CAE). Han pasado ocho años y más de 530 mil estudiantes han sido beneficiados con el préstamo.
En este período, el sistema -administrado por la Comisión Ingresa, organismo autónomo del Estado- ha sufrido cambios. A inicios del año pasado, comenzó a hacerse efectiva la rebaja de la tasa de interés del CAE que pasó de un 6% al 2%, igualándose a la normativa del crédito Fondo Solidario. A esta medida se sumó el pago contingente a la renta, que estipula que las cuotas a pagar no deben exceder el 10% de los ingresos de los deudores.
Para la directora ejecutiva de Ingresa, Alejandra Contreras, la creación del sistema "ayudó a muchas familias de clase media a alivianar la carga y aumentó el acceso a la educación, pero tenía defectos en su diseño, los que fueron mejorados con la rebaja de tasa y pago contingente".
Para acceder a la rebaja de la cuota, los alumnos deben completar un formulario y adjuntar documentos, como la declaración de renta, entre otros, en el sitio web de Ingresa. El trámite debe hacerse cada seis meses. Este año se realiza la segunda convocatoria que finalizará el 15 de enero. Al proceso ya han ingresado 4.877 personas, y de ellas, 569 han enviado la postulación.
MOROSOS
Uno de los objetivos de los cambios al CAE, además de reducir la carga financiera de los estudiantes, era disminuir la tasa de morosidad existente, tanto de los alumnos egresados en condición de pago como de quienes desertaron de la carrera escogida.
Las personas en condición de pagar superan los 109 mil a 2014, dividiéndose en 73.107 egresados y 36.598 desertores, es decir, quienes abandonaron las carreras sin titularse. De ellos, 44.406 están en condición de morosos (tienen más de tres cuotas del préstamo impagas), representando el 40% de esta categoría (ver infografía).
Las personas en condición de pago son aquellas que tras 18 meses de egresar o abandonar una carrera deben empezar a cancelar el préstamo adquirido.
En el caso de los deudores egresados, "los niveles de morosidad se han reducido en cuatro puntos en los últimos meses, pasando de 31 a un 27%", explica Contreras, quien precisa que los beneficiarios comienzan a cancelar el préstamo en octubre.
La tasa de morosidad que registra el CAE es un escenario preocupante para el economista y académico de la U. Católica, Ricardo Paredes. "Se trata de un nivel alto y habla de que el sistema debe ser modificado en forma integral, y en particular, incluyendo como actor fundamental al Servicio de Impuestos Internos, que debiera intervenir por la vía de la declaración de impuestos".
BAJA POSTULACION
El primer trámite para acceder al beneficio de restringir la cuota a un máximo del 10% de la renta del deudor, se realizó en julio de 2013 y no contó con la convocatoria esperada: "Es menor en lo que en teoría podría haber sido", explica la directora ejecutiva de Ingresa.
El año pasado, 5.269 personas postularon al beneficio del pago contingente. De ellas, 2.707 solicitudes fueron aprobadas, es decir, menos del 2,4% del total de quienes están en condiciones de pagar.
El beneficio lleva recién un año en marcha y, según la encargada del CAE, las razones de la baja participación se deben al desconocimiento de las personas. "Muchas veces los egresados quieren pagar lo antes posible y no solicitan la rebaja para no extender la deuda", dice Contreras.
Otro de los motivos sería la cantidad de morosos. Sin embargo, la autoridad aclara que los alumnos que deben menos de tres meses pueden solicitar el beneficio y regular la situación con el banco. Una vez al día, empieza a operar el descuento.
"Es preocupante que sean pocas las personas que postulan a la rebaja. Lo que demuestra una irresponsabilidad cívica. Las mujeres son quienes más han postulado y las que más pagan. El debate respecto de la gratuidad ha alimentado actitudes que si bien son 'racionales' económicamente, socialmente son muy poco edificantes, incluyendo el no pago", dice Paredes, de la PUC.
Según Ingresa, además, las mayores postulaciones se dan en carreras como Psicología, Derecho y Kinesiología. Todas ellas, programas universitarios que tienen aranceles más altos que las técnicas.
En tanto, del total de beneficiarios, casi dos mil son trabajadores dependientes y 637 laboran sin patrón.