Por un paciente de isapre que hizo uso de los beneficios Auge/Ges durante 2016 hubo siete que lo hicieron en Fonasa. Así lo muestran las estadísticas de casos acumulados durante el año pasado de la Superintendencia de Salud y las tasas de uso que tuvo el plan que cubre 80 patologías en el seguro público y en los privados.
Las estadísticas exhiben que hay casos como el cáncer cérvicouterino en que las tasas de uso, por cada 100 mil usuarios de la población objetiva para este problema de salud, fueron de 10.801 en Fonasa y 132 en isapres. Es decir, por un caso en isapre hubo 81 en el otro sistema. Así también se muestra en patologías como analgesia del parto, displasia luxante de cadera o urgencias odontológicas ambulatorias, donde se evidenció un mayor utilización en pacientes del seguro público.
Los datos exponen casos en los cuales las tasas de uso fueron más elevadas en isapres: trastorno bipolar, esclerosis múltiple, hernias, diabetes, y depresión.
"Si se analiza el conjunto de problemas de salud, donde hay excepciones como analgesia del parto o urgencia odontológica, en la mayoría de las patologías la tasa de uso de beneficiarios de Fonasa es muchísimo mayor que en las isapres, y en los pocos casos en que se da al revés, es muy menor que las 80 veces del cáncer cérvicouterino", manifestó David Debrott, jefe del Departamento de Estudios de la Superintendencia de Salud.
Debrott agregó que estas diferencias se explican por la forma en cómo funciona el sistema de salud. "Es por el carácter dual y segmentado que tiene el sistema. Hay una red pública que atiende a prácticamente el 80% de la población de menor ingreso y más riesgo, y un sistema privado que concentra los mayores ingresos y los más bajos riesgos en términos de su dinámica", dijo Debrott.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Isapres, Rafael Caviedes, explicó que esas diferencias de uso se dan porque un usuario de seguro privado tiene la opción de elegir, una facultad que no tiene el paciente público. "Si vas a un hospital no tienes opción de elegir, en cambio un paciente de isapre puede elegir con reembolsos en prestadores preferentes", sostuvo Caviedes.
En julio se cumplieron 12 años desde que se creó y comenzó a implementarse este plan de salud que garantiza por ley acceso y oportunidad de atención médica, la que debe ser de calidad y con protección financiera. Los pacientes públicos que son diagnosticados por Auge son derivados a un prestador que establece el seguro sin opción de cambiar de hospital, mientras que el paciente privado es derivado a un prestador que le indica el seguro, pero a la vez, tiene una red de prestadores preferentes a la que puede acceder, según las condiciones de su plan de salud con opción a reembolsos.
Es por esa situación que Caviedes añadió que las estadísticas del ente regulador no estarían reflejando el real uso del Auge/Ges en isapres. "Hay que corregir la forma en cómo se hacen. Las prestaciones en libre elección para Ges también deberían ser consideradas y ahí recién las podríamos hacer comparables", recalcó.
En esa misma línea se mostró el director de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Oscar Arteaga, que visualiza dos factores en estas diferencias de uso. "Un primer factor es que los usuarios de isapre no siempre recurren a Auge, porque lo resuelven a través de sus redes habituales eligiendo al prestador", dijo.
Agregó que "otro factor más sanitario es que cuando se diseñó el plan se intentó asegurar los problemas de salud que causaban mayor carga de enfermedad en la población y la mayor carga se concentra en Fonasa. El perfil epidemiológico de hoy son enfermedades crónicas que se asocian a que la gente está viviendo más y la población de mayor edad está en el seguro público. Uno de cada 10 adultos mayores está en isapre, mientras que los nueve restantes son de Fonasa".
Mientras que el ex director de Fonasa, Rony Lenz, indicó que, por un lado, la tendencia de uso que muestran los datos se ha mantenido en la misma línea en los últimos años.
Se eleva el uso en isapre
Según un sondeo realizado por la Asociación de Isapres, a cuatro aseguradoras privadas que representan el 66% del mercado de beneficiarios de este sistema, el uso del Auge/Ges mostró un aumento del 10% anual, con 403.265 mil personas de los 3,5 millones de beneficiarios que lo usaron en 2016, respecto de los 367.915 de 2015, y cuatriplicando las cifras de 2010, cuando se atendían 130 mil pacientes.
Dicho incremento se tradujo en 12 millones de prestaciones, con costos para las isapres de $ 200 mil millones solo en atenciones médicas. "Según cifras de la Superintendencia de Salud, la cobertura Ges alcanzó un promedio de 93%, esto quiere decir que de 100 pesos, 93 los pagaron la isapres y siete el afiliado", explicó Gonzalo Simón, gerente de Desarrollo de la Asociación de Isapres. Si bien las atenciones se centraron en el grupo de afiliados entre 25 y 59 años, hubo un incremento de 31% en usuarios mayores de 60 años. Asimismo, las patologías más tratadas fueron la hipertensión arterial (20%), la diabetes mellitus tipo II (14%), la depresión en mayores de 15 años (12%) y el hipotiroidismo en mayores de 15 años (9,9%), las que en conjunto concentran el 56% de los casos Ges de 2016 en isapres.