Estudiantes que están saliendo del colegio, profesionales deseosos de nuevas experiencias o simplemente alguien que quiere cambiar un poco el ritmo de su vida, son quienes buscan hoy un año sabático.
La práctica de tomarse ese periodo de tiempo surgió alrededor de los años 70 en los países anglosajones, donde se le denomina "gap year" y donde jóvenes entre 18 y 30 años lo practican.
En países como Inglaterra y Estados Unidos es común que los estudiantes que están saliendo del colegio se tomen un año sabático antes de entrar a la universidad o después de obtener un título profesional.
Para la sicóloga organizacional y gerente de Cuentas de Consultora Divergente, Macarena Pérez, la gente que toma esta decisión busca fundamentalmente tiempo y espacio.
"Algunos buscan viajar y tener nuevas experiencias que le permitan enriquecer su vida y su visión de ésta, otras personas buscan utilizar este periodo para estudiar, para llenarse de nuevos conocimientos y poder dar un paso en el desarrollo profesional. Otros buscan desarrollo o crecimiento personal, reencontrase consigo mismo, aclararse o darse un tiempo para proyectarse y planificar un futuro", asegura la sicóloga de Divergente.
Según la profesional, muchas personas creen que quien se toma un año sabático es alguien flojo o que sólo quiere descansar, "pero si revisamos los casos, habitualmente no es para hacer nada, sino más bien para hacer muchas cosas, lo que sí, es que suelen ser cosas diferentes a la rutina cotidiana".
ESTUDIANTES
En tanto, en lo referente a los jóvenes que dentro de poco deberán enfrentar el mundo universitario, la sicóloga de la Universidad Andrés Bello, Alejandra San Juan considera que "un año sabático puede ser un tiempo positivo que les permita a los jóvenes delinear mejor sus metas y objetivos, realizar un análisis personal de sus proyecciones, intereses y aptitudes. Ello les permitirá enfrentar el futuro con una mayor madurez. Incluso existen algunas investigaciones que indican que un año sabático, desarrolla en el alumno un mayor compromiso con su decisión, una mayor motivación por las tareas, lo que se reflejaría en un mejor rendimiento académico".
Aunque San Juan recomienda no perder el ritmo de trabajo del periodo escolar y que los jóvenes deben organizar su tiempo, y actividades que les permita de alguna manera crear hábitos de estudio que le ayudarán en su vida futura.
Como por ejemplo, trabajar medio tiempo en algún lugar junto a una preparación académica adecuada, como tomar cursos de idiomas.
EMPRESAS
Pero el año sabático no es una posibilidad exclusiva de quienes se enfrentarán al mundo universitario o laboral, ya que los profesionales también pueden darse un respiro y disfrutar de actividades que estén fuera de sus preocupaciones constantes como ganarse la vida.
De hecho, en países como Estados Unidos entre el 15% y el 18% de las empresas cuentan con programas especiales para otorgar a sus trabajadores un año sabático, sin sueldo, pero con la posibilidad de recibirlo 12 meses después de vuelta a sus labores. Y, por lo demás, esa alternativa no tendría tope de edad.
La sicóloga Macarena Pérez, considera que tomar un año sabático sería una oportunidad para reencantarse con la profesión, "ya que muchas veces las personas requieren darse un tiempo para despejarse, lograr espacios para la creatividad o crecer tanto personal como laboralmente".
Agrega que "en nuestro país, hoy existe mucho estrés, agotamiento y enfermedades ocasionadas por los niveles de exigencia que implica el trabajo. Esta forma de vida, para muchos es necesaria, sin embargo, si no existen prácticas de autocuidado, las consecuencias a la larga pueden ser negativas tanto para las personas, como para los resultados de la organización".
Según la sicóloga, es por esa razón que algunas compañías chilenas han considerado dentro de sus políticas empresariales el año sabático, como un beneficio e incentivo para los trabajadores.
REFLEXION
Más allá de los goces y la desconexión de la rutina, el verdadero objetivo del año sabático es otorgarse una instancia para reflexionar sobre el rumbo de vida que se está llevando.
Específicamente qué es lo que se está ganando con esa larga pausa y qué es lo que se pierde. La idea es realizar actividades que sean motivantes y que hagan crecer de alguna manera a quien está tomándose un tiempo.
Aunque este lapsus de tiempo tendría sus ventajas y desventajas. Para la sicóloga organizacional Macarena Pérez, el año sabático "debiera ser entendido como una oportunidad para mejorar y tengo la impresión de que esto requiere darle un propósito y un sentido, y para lograr esto primero hay que tener un desafío real, más que la mera necesidad de descansar".
Agrega que es necesario realizar actividades que sean provechosas una vez que se termine el tiempo fuera de la rutina, que tengan un sentido mayor. "Que al momento de reinsertarse en su trabajo, le permita mayores posibilidades, logros, compartir experiencias que sean significativas y valoradas en su ámbito o que permita el logro de metas personales ya que eso le permitirá a la persona crecer y sentirse más satisfecha consigo mismo", concluye la profesional.