"Tenemos la mala suerte que los árbitros no nos están pitando casi nada a favor". Así se refirió Gustavo Benítez al claro penal que significó la fractura de nariz de Nicolás Canales.
Para el técnico "no fue intencional, pero lógicamente era penal y el árbitro debe tener la capacidad para cobrarlo".
El paraguayo siente que el partido estaba al alcance, pero lamentablemente no aprovecharon la oportunidad. "Estaban dormidos y justo despertaron ante nosotros", se lamentó.
Sobre su equipo, Benítez está inquieto por los altos y bajos. "Me preocupa la irregularidad, porque hacemos uno malo y uno bueno y así no se avanza".
"Nos tocó un calendario duro al principio, salvamos algunos, pero en los partidos que tenemos que dar el toque de calidad nos caemos", finalizó.